Por Omar Alberto [email protected]
Al plantel de Independiente Rivadavia le reprogramaron el vuelo para este lunes debido a dos situaciones confusas. Un regreso con muchos problemas desde Corrientes, donde había perdido ante Boca Unidos.
Al plantel de Independiente Rivadavia le reprogramaron el vuelo para este lunes debido a dos situaciones confusas. Un regreso con muchos problemas desde Corrientes, donde había perdido ante Boca Unidos.
Por Omar Alberto [email protected]
De todo le pasó a Independiente Rivadavia en su periplo a Corrientes. Sin contar el resultado adverso, que no es un dato menor, el plantel azul sufrió un sinfín de situaciones desgraciadas. Para coronar esa sucesión de hechos negativos, ayer domingo a último momento se postergó el vuelo desde Buenos Aires a nuestra provincia.
Por este motivo, toda la delegación azul se tuvo que quedar hospedada en Capital y su regreso finalmente sería este lunes por la tarde.
Las razones de la postergación del vuelo no fueron confirmadas y hay dos: la primera sería por un problema en los radares de la estación Francisco Gabrielli y la otra es por un paro encubierto que habrían hecho los controladores.
Más allá de cualquiera de estos dos motivos, la realidad es que la delegación leprosa estuvo esperando esta confirmación desde las 16.30 hasta las 20, hora en la que finalmente le comunicaron que le reprogramaban el regreso para esta tarde a las 14.40. Tras esto el plantel se instaló en el hotel Salle, lugar en que habitualmente se concentran cuando están en Capital.
Por otra parte, voces más que autorizadas analizaron este mal trance. El primero que habló fue el DT azul, Roberto Trotta, quien sostuvo: “Todo esto es totalmente inesperado. Estamos sorprendidos por la decisión de que no podemos viajar a Mendoza. Desde que viajamos a Corrientes que estuvo todo mal. Esto no le hace bien a los jugadores porque pretendíamos que ya esta noche (por ayer) estuviesen en sus casas descansando”.
Domingo Marzari hizo un balance del viaje. “Fue un viaje para el olvido. Desde que llegamos a Corrientes, la empresa que estaba encargada de pasarnos a buscar llegó una hora tarde y llegamos al almuerzo a las cinco de la tarde”, dijo Mingo.
Y agregó: “Allá en Corrientes no conseguíamos cancha para entrenar. Después conseguimos el predio de Mandiyú y se largó una tormenta terrible y quedó el colectivo atascado durante dos horas. Hoy (por ayer) tuvimos cinco hora en Aeroparque”.
Una sobra de lo que supo serFrente a Boca Unidos en Corrientes, fue el peor partido que jugó Independiente Rivadavia: cometió muchos errores. Jugó desconcentrado, impreciso y nunca tuvo reacción. Flojo en defensa, impreciso en el medio y nunca tuvo contundencia arriba. Muchos jugadores han bajado el nivel. Si no hubiera sido por Josué Ayala, se habría vuelto de Corrientes con una goleada histórica.
El equipo nunca salió a jugar. Todo lo bueno que se hablaba de este equipo ha quedado atrás. Si bien la actitud del jugador de fútbol siempre está, se ha perdido ese entusiasmo, esa entrega, que lo caracterizaba y en Corrientes se vio un equipo sin fuerzas, que bajó los brazos muy pronto.
Con la derrota frente al equipo correntino, se encendió una alarma de preocupación, porque empiezan a sacar cuentas para no tener problemas para permanecer en la categoría, cuando hasta hace muy poco muchos jugadores y los simpatizantes soñaban con un ascenso a primera división. Por su posición en la tabla, el próximo encuentro frente al Tiburón es fundamental.