Ya metidos en el tercero y tras un cruce furioso, el Facha asestó un cross de derecha en el mentón y mandó a Muñóz a la lona para que escuchara la cuenta de Omar Romero.
Cuando todo parecía que estaba en favor del pupilo de Pablo Manzanita Estrella, el sureño recuperó la vertical y marcó un cambio de rumbo en el combate.
La caída le sirvió para hacer el click y mostrar más aplomo que Cano quien, como ya es una costumbre, fue invadido por las lagunas boxísticas que lo aquejan combate tras combate, más allá de llegar a este match con tres nocauts en fila.
Muñóz supo aprovechar las desinteligencias y logró poner en jaque a Cano, aunque por el tiempo que quedaba de combate sólo le sirvió para hacer un muy buen papel y dejar la puerta abierta para una futura revancha.