ndependiente proponía su juego en base a la habilidad de Patricio Rodríguez, mientras que en la Academia el colombiano Giovanni Moreno era el hombre más criterioso.
Solo debe mencionarse la irresponsabilidad del entrenador rojo Christian Díaz, quien por exceso verbal fue expulsado por Sergio Pezzotta, cuando apenas transcurrían 12 minutos de juego.
Nada hacía prever que Racing se pondría en ventaja, pero Hauche aprovechó un yerro casi grosero de Milito por izquierda, lo dejó desairado y envió un "centro-pase" para el colombiano Teófilo Gutiérrez, quien solo debió empujar el balón al gol.
En desventaja, Independiente salió a "quemar las naves", y encontró el empate casi de manera rápida, y cuasi fortuita, dado que luego de muchos rebotes en el área el balón le llegó a Parra, quien clavó un tremendo derechazo al ángulo de Saja.
Para el complemento fue Independiente el que tomó la iniciativa, con las movilidades de Patito Rodríguez, Villafañe y Monserrat, que hicieron estragos en el sector izquierdo de la defensa de Racing.
Primero un remate cruzado de Rodríguez y luego un mano a mano que Saja le tapó a Monserrat fueron el preludio de un predominio del local. Pero a los 12 Villafañe escapó por derecha, envió un centro al medio y cuando Rodríguez iba a conectar al gol, Zuculini lo empujó. Pezzotta sancionó penal, expulsó al hombre de Racing por "evitar una ocasión manifiesta de gol" y Parra lo transformó en el 2-1. Con el resultado a favor y un hombre de más, Independiente se hizo dueño del clásico en el juego y la movilidad y control del balón, algo que provocó algo de desconcierto en Racing, que tenía en Gio Moreno a su hombre más claro. Una nueva desubicación del colombiano Teo Gutiérrez, por exceso verbal, motivó que Pezzotta le mostrara la tarjeta roja y así Racing quedó con nueve hombres y un gol menos. El partido se hizo áspero, con roces -en demasía- y las jugadas de criterio solo estuvieron en los pies de "Patito" Rodríguez y Gio Moreno, pero sin demasiada profundidad. Solo se rompió esa monotonía a los 32 cuando increíblemente Pelletieri no pudo vencer a Gabbarini, en uno de los tantos centros aéreos que llovieron en los últimos minutos del duelo. Pero sobre el final, Independiente supo manejar mejor los tiempos, y reflejó su dominio en el 4-1 final con las apariciones del juvenil Vidal, tras un rebote de Saja, y de Patito Rodríguez, con una excelente jugada personal. (NA)
-La síntesis del partido
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Independiente se quedó con el clásico de Avellaneda.