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España cayó en cuartos de final ante Francia y se despidió de su Mundial.

Humillados en su propia casa

Por UNO

Francia dio la gran sorpresa del Mundial de básquet al eliminar a la anfitriona España en los cuartos de final tras ganar por 65-52 en un partido horroroso de los españoles y que los franceses jugaron al ritmo que querían.

El técnico francés Vincent Collet dio un repaso táctico a su homólogo Juan Antonio Orenga, jugando el tipo de partido que beneficiaba a su equipo, con una dura defensa, control del rebote (50-28) y seleccionando bien cada uno de los ataques.

Boris Diaw fue el más acertado en ataque con 15 puntos, aunque muy destacado fue también el partido de Rudy Gobert, con 13 rebotes y una gran defensa sobre Pau Gasol, el mejor de los anfitriones con 17 puntos y 8 capturas, pero que no estuvo acompañado en una España muy desacertada en ataque (32% en tiros de campo y 2 de 22 en triples).

Francia sabía que tenía que jugar un partido de marcador muy bajo, para hacer dudar a los españoles y tener opciones reales de victoria en el último cuarto. Y su plan de juego se ajustó a eso.

España empezó nerviosa, fallando los primeros ataques (tardó 3:10 en anotar su primera canasta) y Francia se colocó con un 11-2 a los tres minutos. Era la mayor desventaja para España en todo el torneo. Los anfitriones empezaron a defender mejor y correr al contragolpe, su mejor arma, ante unos franceses que perdieron eficacia en el tiro. Con un parcial de 10-0 se colocaron por delante en el marcador por primera vez (12-11, minuto 7).

Eso dio paso a unos minutos finales del primer cuarto con bastantes errores en el tiro por ambos equipos, llegando al final con empate a 15 puntos.

El segundo periodo comenzó igual que el primero, con Francia defendiendo muy fuerte, controlando el rebote (25-13 al descanso) y obligando a España a agotar sus posesiones y sin poder realizar buenos tiros. Así, los galos se colocaron con siete arriba (28-21, m.18).