El Pincha quedó con 13 unidades.
Fue un partido raro. Porque Godoy Cruz tuvo la pelota como lo hace habitualmente pero la tenencia del balón no le garantizó llevar peligro al arco rival.
Por el contrario, fue Estudiantes el que contó con las mejores chances, una en los pies de un tibio Carrillo, que perdió el primer mano a mano de la tarde ante Nelson Ibáñez.
En el complemento todo siguió por la misma senda. El mismo Carrillo se fue tras error de Sigali y parecía que iba derechito al gol. Pero apareció la figura del enorme Nelson Ibáñez para agigantarse y robarle el balón con la mano.
Una jugada crucial. Porque el Turco Asad lo vio cansado al Mago Ramírez (estuvo engripado en gran parte de la semana) y lo mandó a Camacho a la cancha. Un cambio raro pero hubo que darle la derecha al entrenador.
Camacho la rompió. Cada pelota que tocó llevó peligro y así fue que tras meter un caño bárbaro le tiró un centro aún mejor a Mauro Óbolo que hizo un movimiento perfecto, amgó a ir para un lado y volvió, dejó pagando a la defensa y cabeceó al gol.
Linda conquista y así fue, el que hacía el gol, ganaba y ese fue el Tomba, que sumó 3 puntos de oro en casa, para su cuarta victoria consecutiva. Falta ahora rubricar lo hecho en Mendoza fuera de casa.
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