fútbol internacional Neymar
El astro brasilero se refirió a su cuestionada vida privada: "¿Por qué no puedo ir a una fiesta?", preguntó retóricamente, a pocos días de inciar los Juegos de Río.

La imperdible confesión de Neymar

Por UNO

Ídolo aunque no intocable, entregado pero amante de la fiesta: así se ve Neymar, que a sus 24 años es el mejor jugador de la selección que buscará el primer oro olímpico para el fútbol brasileño. El seleccionador olímpico, Rogerio Micale, fue claro al decir: "Quiero depender de Neymar"... Y aunque el astro insiste en hablar del trabajo colectivo, poco esfuerzo hizo para desmentir al técnico.

"Nunca me gustó hablar de mí mismo, pero voy a citar el ejemplo del Barcelona. ¿Tenemos grandes jugadores y no vamos a decir que dependemos de Messi? Claro que dependemos, uno depende de los mejores jugadores. No me da vergüenza jugar para él (...). No cito la selección porque no me gusta hablar de mí. Messi es el mejor del mundo, quiero depender de él", dijo en una rueda de prensa en la base de la selección en Teresópolis, una ciudad ubicada en la sierra de Rio (sudeste).

Aunque hace seis años que viste la camiseta nacional y es uno de los jugadores veteranos de más de 23 años en el equipo olímpico, Neymar no olvida que tiene sólo 24. Es joven y cuando le criticaron su gusto por la juerga, estalló.

"Tengo amigos, tengo familia, ¿por qué no podría ir a una fiesta? Puedo y voy y no le veo ningún problema, es mi vida privada. Dentro del campo siempre me entrego, intento dar lo mejor de mi, acabo errando como erré muchas veces y seguiré errando. Es normal para un ser humano", lanzó el astro ante una pregunta de un periodista que cuestionó su compromiso con la selección.

El reportero destacó los cinco juegos que el atacante se perdió por tarjetas, le cuestionó los insultos contra los críticos del equipo tras el fracaso en la Copa América y destacó que fue a una discoteca después del empate 2-2 con Uruguay en el premundial, un encuentro en el que recibió una amarilla que lo dejó fuera del siguiente partido.

"Tienen que comenzar por ver lo que hago dentro del campo, mis cosas particulares son privadas", pidió. El finalista del Balón de Oro 2015, que ya ganó varios títulos con el Barcelona, todavía no ha tenido un desempeño brillante con la canarinha y en varias oportunidades ha perdido el control en el campo, mostrando problemas de indisciplina.

Pasado pisado

Brasil, cinco veces campeón del mundo, nunca ganó un oro olímpico en fútbol. Con Neymar en el campo, la Seleçao cayó en la final de Londres-2012 frente a México. Esa fue una de las muchas decepciones del astro en el combinado nacional, que después de ganar la Copa Confederaciones-2013 en casa, perdió el Mundial- 2014 y dos Copas América (Argentina-2011 y Chile-2015).

"Lo que pasó, pasó, no podemos llorar sobre leche derramada, tenemos que cambiar ahora", señaló. Lo primero que cambió fue el entrenador. De hecho, Neymar no supo decir qué aprendió de Dunga. Y aunque aún no fue confirmado por Micale, que recibió la visita este martes del seleccionador principal Tite, todo parece indicar que llevará la cinta de capitán.

"No me preocupa, independientemente de quien sea, todos tienen libertad de conversar, gritar, auxiliar al equipo de la mejor manera posible. El brazalete es una cosa simbólica", indicó. El jugador llegó el lunes pasado a Teresópolis y ha buscado relacionarse con sus compañeros, muchos de ellos con poca experiencia.

"No me siento presidente, no me siento intocable. Yo intento llegar lo más cerca de ellos porque, queriendo o no, para quien está comenzando encontrar un ídolo en la selección hace una diferencia. Ejercer el papel de ídolo de chicos tan buenos con el balón para mí es un orgullo, es maravilloso, intento hacerlos sentir cómodos, jugar para que me vean como compañero de equipo", indicó.

Y como viene de vacaciones tras perderse la Copa América de Estados Unidos, en un acuerdo con el Barcelona para jugar un sólo torneo con Brasil este año, le ha puesto empeño a los entrenamientos. "Necesito entrenar porque estaba de vacaciones, la mayoría [de los compañeros] no, entonces me toca esforzarme en el campo. Acepto esa responsabilidad y la asumo totalmente, no tengo como escapar. Espero que al final podamos igualarnos con los grandes campeones olímpicos y que el equipo pueda hacer historia con ese oro", señaló.

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