La República Checa, campeona de la Davis en los dos últimos años, se despide de la posibilidad de una triple corona, totalmente superada por una Francia más ambiciosa y guiada por el apoyo del público de Roland Garros.
Gasquet y Tsonga, que sólo habían jugado juntos una vez en Copa Davis, en la victoria en enero ante Australia en la primera ronda, hicieron caer a una de las mejores duplas del torneo.
La pareja Berdych-Stepanek sólo había perdido una vez en dieciséis partidos, en la final de 2009 en España, en tierra batida.
En esta ocasión, en París, Berdych no tuvo un buen día y se mostró inusualmente impreciso, midiendo mal las distancias y cometiendo errores poco habituales en un jugador de su seguridad.
La clasificación fue celebrada a lo grande en las gradas de la pista Philippe Chartrier, la central de Roland Garros, donde Francia selló su pasaporte hacia la gran final, soñando ya con la reconquista de la Ensaladera más preciada del tenis mundial.
El último título francés en la Davis fue hace trece años, en 2001.