Aunque la pasión que provoca el fútbol en nuestro país no se puede comparar con nada, la semana posMundial dejó buenas enseñanzas y la certeza de que el deporte argentino sigue siendo capaz de dar alegrías de las buenas.El domingo pasado, cuando todavía E

Enseñanzas y alegrías en el post Mundial

Por UNO

Aunque la pasión que provoca el fútbol en nuestro país no se puede comparar con nada, la semanaposMundial dejó buenas enseñanzas y la certeza de que el deporte argentino sigue siendo capaz de

dar alegrías de las buenas.

El domingo pasado, cuando todavía España no había ganado la copa, David Nalbandian lideró la

gran victoria ante Rusia, en Moscú, por la Copa Davis. Es cierto que el triunfo tuvo como eje al

cordobés, pero el punto del dobles obtenido por Schwank y Zeballos fue clave, y el mismo Rey David

destacó que "para ganar la Davis se necesita un equipo".

Pocas horas después, mientras la selección de básquetbol (la número 1 del ranking de la FIBA)

estaba en nuestra provincia, vinieron de visita nada menos que Emanuel Ginóbili y Luis Scola, dos

referentes de la Generación Dorada y dos de los tres deportistas argentinos (el otro es Messi) que

más dinero ganan. Pero se sabe que Manu tiene la plata en el banco y no en la cabeza, por eso dejó

conceptos muy interesantes como cuando dijo: "No hay que mentirse. La medalla dorada es

circunstancial, porque Argentina no es basquetbolera. Todo se moviliza cada dos años, y porque

ganamos. Nunca fuimos potencia. A nuestros deportistas todo les cuesta más, hay ínfima inversión y

es difícil competir con Estados Unidos o Europa, donde hay otras estructuras. Debemos disfrutar lo

que tenemos y valorar los logros porque solemos enfrentar a gente con más posibilidades". Clarito.

El sábado a la noche, el querido Cotón Reveco ratificó que es un campeón mundial con todas

las letras y un boxeador de esos que saben que su "secreto" es trabajar con humildad en el

gimnasio.

Para cerrar una semana prolífica en alegrías, las Leonas, con Pity D'Elía y Maca Rodríguez en

el equipo, ganaron su tercer Champions Trophy venciendo en la final a Holanda, un país donde el

hockey es superprofesional.

Dio gusto ver a Luciana Aymar recibir casi avergonzada el premio de mejor jugadora por sentir

que no había jugado bien. Y fue un placer escuchar al Chapa Retegui señalar una clave de la

vigencia de Las Leonas en la elite: "Acá siempre se pone el nosotros antes que el yo".