El Súper Dépor está Feliz

Por UNO
Enviado especial a Mar del Plata

El Deportivo Maipú está feliz, en Mar del Plata metió su tercer triunfo al hilo y es cosa seria el equipo del Gringo Sperdutti, volvió a ganar de visitante y pisa fuerte en este maratónico y desgastante torneo Argentino A, de un equipo que sigue con la ilusión de ascender a la B Nacional.

Aunque falta mucho, es para ilusionarse con este nuevo equipo que es rendidor, juega al fútbol y cuando lo superan, se pone el overol para lograr su objetivo.

El partido terminó 1 a 0, claro que el Cruzado no mereció sufrir tanto. De no ser por el arquero Mauro Beltramella, Maipú se volvía a Mendoza con una goleada a favor.

El rendimiento del primer tiempo fue algo perfecto de un equipo que tiene aspiraciones de ascender.

Fueron 45 minutos muy buenos, jugó en el campo de Unión, con volantes que no te dejan espacios como Fernando Morán, Emiliano Fernández, la presencia del Tincho Astudillo, el ida y vuela del incansable Coneja Díaz, la movilidad de Matías Guerra, el jugador que hace jugar a Maipú.

Arriba, mandan el rapididito Lucas Gamba y el olfato goleador de Emanuel Reinoso, que tuvo una situación y la mandó a guardar. En tres partidos ha marcado tres goles. Buena cosecha.

El Cruzado en los primeros 45 minutos tuvo tres chances mano a mano con Beltramella, primero fue Lucas Gamba que enfrentó al arquero y le tapó el remate.

Después fue Morán el que desperdició otra chance muy clara, el arquero que estaba muy inspirado la mandó al córner. El Coneja Díaz tuvo el gol, pero apareció la figura nuevamente de Beltramella.

Hasta que apareció la cabeza goleadora de Reinoso, el Flaco de cabeza batió al arquero, después de un deborde por derecha y centro de Lucas Gamba (el mejor) 1 a 0 para Maipú y justicia en el marcador, cuando quedaban diez minutos para que terminara el primer tiempo.

En los últimos cuarenta cinco minutos, el equipo de Sperdutti, tuvo algún sobresalto, pero nunca tuvo en riesgo la victoria, generó algunas chances para aumentar el marcador. Caballero en sus pies tuvo una muy claro, pero el arquero le tapó el remate. Gamba la tiraba afuera.

Cuando lo inquietaban a Maipú, aparecía la pierna de Bernay, Ruiz o Cabalero o la seguridad del Mono Guirado. El Gringo Sperdutti mueve el banco lo mete a Imbesi, Gullace y Villaseca para enfriar el partido.

Ganó el Cruzado todos se juntan y se abrazan, el vestuario es pura felicidad, volvió a ganar y el pueblo maipucino está ilusionado nuevamente. ¿Será este el equipo que dé el golpe y ascienda a la B Nacional.?. Todavía falta mucho, pero va por el camino correcto.