Si hay algo que es característico de Juan Carlos Reveco es el sello que dejan sus ganchos a lazona blanda; golpes ascendentes y quirúrgicos que tantas alegrías le dieron en sus combates
En la pelea ante el mexicano Armando Torres, el Cotón tenía un alto porcentaje de chances dellevarse la contienda por la vía rápida, cuestión que llegó en la quinta vuelta, aunque la visita a
la lona no llegó tras un gancho a la zona hepática.Reveco, que ante rivales de mayor estatura siempre encuentra el hueco para el azote ascendente,ante el número 15 del ranking tuvo que cambiar la estrategia para entrar.
El jab de izquierda, rápido como pocos, fue el precursor de las embestidas del malargüino.Punteaba con la zurda y entraba al palo por palo, siempre en distancia de pelea, para castigar con
su ya reconocido arsenal de recursos boxísticos.El Cotón Reveco peleó con autoridad, como si él fuese el retador al título y no su escueto rivalazteca, quien en la previa había hecho alarde de su capacidad noqueadora, pero que al momento de
saltar a la arena quedó en puras charlatanerías.Autoritario y frío a la vez, cambió sistemas de pelea a lo largo de los cinco asaltos que durósu segunda defensa del interinato. Eso es productivo para la carrera del Cotón, la cual por el
momento no parece tener un techo.Cuando tuvo que prenderse para marcar territorio lo hizo. Cuando tuvo que boxear también. Cuandotuvo que caminar y castigar por las periferias de Torres, fue letal.
Juan Carlos, pese a haberse exigido en la semana previa con el tema del peso, no la pasó mal. Sedivirtió arriba del encordado y deleitó a su público con su boxeo aguerrido, al que le puso
sangre.Físicamente fue, otra vez, una pinturita. Chacón, Bracamonte y Giménez, más la gran cantidad desparrings con los que cuenta en el gimnasio de calle Molinero Tejeda, le dan el respaldo necesario
para seguir creciendo en este deporte de solitarios.Reveco está a punto de dar un salto de calidad. Reveco está a punto de demostrar que es el mejorminimosca. ¡Que se venga Calderón!
