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El CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, se mostró satisfecho y confirmó el regreso de la competencia a Termas de Río Hondo en 2015.
El CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, se mostró satisfecho y confirmó el regreso de la competencia a Termas de Río Hondo en 2015.
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Pasó el MotoGP por Argentina. Casi 15 años hubo que esperar para ver otra vez a lo mejor del motociclismo mundial, y por primera vez en un autódromo del interior de país.
La competencia superó las expectativas. Más allá de los problemas que salieron a la luz los primeros días y que fueron reprobados especialmente por la prensa europea, el resto fue una verdadera fiesta del deporte.
Ya se sabe de la pasión argentina por los deportes motores, pero lo del MotoGP supero las previsiones. Porque miles de fanáticos invadieron la ciudad de Termas de Río Hondo (el domingo asistieron al autódromo cerca de 60 mil personas, cuando en la ciudad santiagueña viven poco más de 32 mil) y le dieron un colorido especial y pocas veces visto en el país.
Miles de motocicletas de todo tipo, marca, cilindrada y tamaño, mantuvieron a la ciudad prácticamente despierta de jueves a domingo.
Y en el circuito ni hablar, porque el público argentino disfrutó del espectáculo, veneró a sus ídolos y tuvo la suerte que dos de las tres finales (MotoGP y Moto3) fueron muy atractivas.
Solo Moto 2 conspiró contra el espectáculo porque el español Tito Rabat no le dio chances a sus rivales.
“Hubieron dificultades al principio, como siempre, porque es normal en cualquier GP nuevo. Fue un éxito de público, la pista está muy bien y no hubo accidentes graves, por lo cual estamos muy satisfechos”, dijo el CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, quien ratificó que Argentina tiene contrato hasta 2016 con la categoría y que se va a respetar pase lo que pase: “Siempre quedan detalles por pulir y en eso estaremos. El lunes (por ayer) empieza el primer día del próximo año”.
En el orden deportivo, el MotoGP le hizo un guiño a los organizadores porque disputó una carrera llena de alternativas, donde se vieron las cuatro o cinco primeras vueltas más entretenidas de los últimos tiempos.
Y por si fuera poco con Valentino Rossi disputando la punta, para el delirio de la afición local que ovacionó al italiano cada vez que ganaba una posición.
Y también se dio el lujo de ver en acción al español Márquez, la aparición mas rutilante en las dos ruedas de las últimas décadas. Un crack por donde se lo mire. Difícilmente se sigan observando competencias atractivas de la vedette, porque las Honda y Márquez tienen un dominio y control de la situación que se hacen imparables para sus rivales más directos, las Yamaha de Lorenzo y Rossi, que todavía no le encuentran la vuelta al rendimiento de los neumáticos.