Emilio Distéfano perdió la vista hace 13 años y, luego de pasar difíciles etapas respecto de lo que le tocaba vivir, decidió enfrentar la dificultad e iniciar una nueva etapa.
Así practicó natación, en la que se destacó en torneos provinciales e internacionales durante años. Hoy Emilio ha comenzado dos nuevos proyectos: en el plano deportivo, está practicando el goalball, deporte adaptado para personas con disminución visual. Y en lo social, junto con su amigo y profesor Javier Domínguez, realiza disertaciones sobre la discapacidad.
¿Qué es el goalball? Es el único deporte paraolímpico creado específicamente para personas invidentes o con deficiencia visual. Participan dos equipos de tres jugadores y el juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota, la cual lleva en su interior cascabeles que suenan al moverse el balón. Esta pelota debe entrar en la portería del equipo rival.
Así el deporte requiere una gran capacidad de orientación espacial para poder interceptar el balón, situarse estratégicamente y lanzar. Esta novedosa disciplina llegó a nuestra provincia en mayo del año pasado de la mano de Distéfano y de los profesores Domínguez y Facundo Rodríguez. El objetivo fue generar una nueva opción de deporte recreativo y competitivo, mejorar la calidad de vida y la autoestima, más la rehabilitación e inclusión social de los no videntes.
“Al principio éramos sólo tres personas, pero de a poco se fueron sumando y hoy en día somos alrededor de quince”, explica Distéfano.
Los entrenamientos son los sábados, de 10 a 13, en el Club Olimpia de Godoy Cruz. También en algunas oportunidades los entrenamientos se realizan en el Club Aperbuci y en Junín.