Por Franco Sá[email protected]
Godoy Cruz fue superado en el debut por un rival directo. El nuevo esquema táctico lució con varios desajustes. Claudio Aquino fue lo mejorcito del Tomba.
Godoy Cruz fue superado en el debut por un rival directo. El nuevo esquema táctico lució con varios desajustes. Claudio Aquino fue lo mejorcito del Tomba.
Por Franco Sá[email protected]
La excursión tombina a La Paternal no fue la mejor. En el inicio del torneo, Godoy Cruz debía ganarle a Argentinos Juniors porque era un partido fundamental ante un rival directo por la lucha en la baja de la tabla de promedios, pero el resultado fue adverso.
Los fundamentos fueron claros; el elenco de Claudio Borghi se acopló a la lluvia y al juego rápido; el Expreso, en cambio, fue esclavo de su propio esquema.
Mucho tiempo tardó el Tomba en acomodarse dentro del campo de juego y de lograr atacar como lo hacía antes, de manera natural. El hombre encargado de hacer jugar y crear peligro era Gonzalo Castellani, pero salvo un remate de media distancia en el complemento, no tuvo un buen partido. Fernández no lograba asociarse con Aquino, que fue lo más claro del equipo, y Castillón parecía estar en otro partido.
En la línea defensiva se rescata solamente lo hecho en el complemento, ya que en la etapa inicial tuvo muchas dudas y dejó jugar mucho a Pisculichi y Gómez.
Así llegó la apertura del marcador. Luego de un par de advertencias, Pisculichi sacó un remate violento que fue mucho para Carranza, que se acomodó pero le escapó al cálculo.
Claro está que la lluvia y el viento fueron cómplices para que el guardametas del Expreso no pudiese controlar el remate.
Pasaban los minutos y Argentinos cada vez era más claro y punzante, aun con las ráfagas de viento y agua que hacían imposible controlar el balón.
Claudio Aquino y Mauro Óbolo eran los que más entonados estaban en la cancha. El delantero bajó mucho para buscar la pelota, mientras que el ex Defensa y Justicia encaró, guapeó y demostró que tiene mucho para dar en el primer equipo. Fue el único del medio campo que se puso al hombro el equipo.
En el segundo tiempo cambiaron un poco las cosas. Los defensores hicieron un gran trabajo en la contención, para que el medio campo tuviera más salida por las bandas y así generar más peligro. San Román estuvo muy activo por derecha y en varias ocasiones se mandó al ataque.
Pero llegó el otro gol de Argentinos de la mano de Cano, que entró con todo y en pocos minutos dejó en claro que pide cancha. Ese tanto tocó un poco la moral de Godoy Cruz, que sintió la cachetada y fue con todo a buscar el descuento.
Pero hubo otra piedra en el camino. La expulsión de José Luis Fernández, para nada reprochable, parecía hacer mucho más difíciles las cosas. Pero en el fútbol no hay lógicas.
El gol de Godoy Cruz llegó luego de una habilitación de Aquino para Óbolo. Los dos jugadores más claros de Godoy Cruz se unieron y así descontaron y estuvieron a un paso del empate, pero el conjunto mendocino sólo pudo conformarse con perder.
Ese gusto amargo se sintió luego en los vestuarios, ya que hubo muchas caras largas, pese a ser el primer partido de este torneo.
El viernes próximo, ante Quilmes en Mendoza, el Bodeguero deberá tomarse la cerveza para iniciar así su camino a la recuperación.