Ahora sólo pienso en volver al deporte para recuperar fuerzas y el cariño de la gente, que es algoque me hace muy bien", expresó casi un mes después, cuando se enteró de que el embarazo no alcanzóa gestarse.Entre medio de estas dos declaraciones de la campeona mundial interina de lassupergallos quedó alguna tela para cortar.Diario UNO y muchos de quienes están en el entorno de la boxeadora sanmartiniana laacompañaron en ambos momentos. Primero, con alegría al conocerse que iba a ser mamá y segundo, consolidaridad al saber que la maternidad tendrá que esperar.Pero no todos tuvieron la misma actitud. Y esto es grave. Si bien públicamente nadie semanifestó al respecto, sí se escucharon comentarios críticos, y hasta algún periodista se animó adecir, en relación con el embarazo de la campeona: "Puso en riesgo su carrera".Además, quien escribe, en ocasión de la entrega de los Premios UNO en San Martín –dondereside Yésica– percibió un clima enrarecido e incluso alguien deslizó que los sponsors de Marcos "se bajarían". Algo muy parecido a la canción de Peteco Carabajal que entona muy seguido León Gieco,"Cachito campeón", que en una parte dice que "ese señor del auto (en alusión a un empresario) noaparece... porque dice que es suficiente el dinero que ganó".Ojo, hay que decirlo: quien siempre le dio respaldo incondicional fue el intendente JorgeGiménez.Probablemente quienes se molestaron o cuestionaron a la deportista porque interrumpía sucarrera su carrera no tuvieron mala intención. Sin embargo, fueron crueles, porque, además de unacampeona, es una mujer.¡Fuerza, Yésica!