“Éste es el mejor regalo que me puede dar la vida”, dijo entusiasmada Yésica Patricia Marcos el 4 de julio, cuando anunció que estaba embarazada.“Me estoy levantando de este golpe. En parte es gracias a mi esfuerzo y también por el apoyo de la gente que e

Con Yésica, en las buenas y en las malas

Por UNO

"Éste es el mejor regalo que me puede dar la vida", dijo entusiasmada Yésica Patricia Marcos el4 de julio, cuando anunció que estaba embarazada.

"Me estoy levantando de este golpe. En parte es gracias a mi esfuerzo y también por el apoyo

de la gente que está a mi lado en este y en todos los malos momentos que he tenido en la vida.

Ahora sólo pienso en volver al deporte para recuperar fuerzas y el cariño de la gente, que es algo

que me hace muy bien", expresó casi un mes después, cuando se enteró de que el embarazo no alcanzó

a gestarse.

Entre medio de estas dos declaraciones de la campeona mundial interina de las

supergallos  quedó alguna tela para cortar.

Diario UNO y muchos de quienes están en el entorno de la boxeadora sanmartiniana la

acompañaron en ambos momentos. Primero, con alegría al conocerse que iba a ser mamá y segundo, con

solidaridad al saber que la maternidad tendrá que esperar.

Pero no todos tuvieron la misma actitud. Y esto es grave. Si bien públicamente nadie se

manifestó al respecto, sí se escucharon comentarios críticos, y hasta algún periodista se animó a

decir, en relación con el embarazo de la campeona: "Puso en riesgo su carrera".

Además, quien escribe, en ocasión de la entrega de los Premios UNO en San Martín –donde

reside Yésica– percibió un clima enrarecido e incluso alguien deslizó que los sponsors de Marcos "

se bajarían". Algo muy parecido a la canción de Peteco Carabajal que entona muy seguido León Gieco,

"Cachito campeón", que en una parte dice que "ese señor del auto (en alusión a un empresario) no

aparece... porque dice que es suficiente el dinero que ganó".

Ojo, hay que decirlo: quien siempre le dio respaldo incondicional fue el intendente Jorge

Giménez.

Probablemente quienes se molestaron o cuestionaron a la deportista porque interrumpía su

carrera su carrera no tuvieron mala intención. Sin embargo, fueron crueles, porque, además de una

campeona, es una mujer.

¡Fuerza, Yésica!