Con una mente veloz y aguda, el responsable de cambios fundamentales en la “industria” de la actividad hípica en el país parece mucho más un exitoso hombre de negocios que un funcionario sindical o un político común, y cuando habla de su defensa de los trabajadores y su entorno, fluye en su medio y explica con claridad de qué se trata esto de los caballitos: “No hay nada más emocionante que lo que se vive en un hipódromo; la nobleza del montado, la habilidad del jinete y la emoción de la competencia y la llegada, y luego el festejo, de esas familias que trabajaron meses enteros para lograr ese triunfo de un caballo”, relata el doctor, que agrega: “La gente ve un caballo ganador en una foto, y no entiende la cantidad de familias que están detrás de ese logro con su trabajo. Por cada equino hay ocho o diez familias que trabajan. Por eso me gusta hablar de la ‘industria’ del turf. Genera trabajo y provee entretenimiento genuino”, explica.
“El Clásico Vendimia es uno de los más importantes del país, al igual que el hipódromo mendocino. Por eso este jueves me dio mucha alegría reunirme con el Director del Instituto de Juegos y Casino, quien logró que le aprueben una asignación de recursos de más de cinco millones de pesos, para obras en el hipódromo, además de un aumento en los salarios de los trabajadores del turf, lo que genera bienestar para sus familias. Todo eso, más las carreras del enorme programa que han armado, va a hacer que el domingo vivamos una verdadera fiesta, incluida en la fiesta grande de los mendocinos, la Vendimia”, cerró.