El goleador cordobés escondió su nombre. En la prueba que le hicieron en Instituto no dio su verdadera identidad. La historia de un juvenil que se consagró y pasó por una cifra récord a Rosario Central.

De "Carlos Aguilera" a Mario Kempes

Por UNO

Eduardo Tossolini era el presidente del club de Bell, de la localidad cordobesa de Bell Ville, y le dijo a un directivo de Instituto: "Mirá, te doy un crack. Se llama Mario Kempes y si no hace un gol antes de los 15 minutos, devolvemelo". Bell pedía 3.000.000 de pesos moneda nacional –unos tres mil dólares– en febrero de 1972, que era una cantidad muy alta para un jugador desconocido.

Unos días después, el 5 de marzo de 1972, lo llamaron a Kempes para una prueba en un amistoso de Instituto contra Argentino Central, de la Primera B cordobesa. A los 17 años evaluaron el jugador de gran estatura que llegó en ómnibus de Bell Ville a Alta Córdoba, en la capital. Allí se reunió junto con otros futbolistas que también esperaban ser evaluados.

El técnico de La Gloria, Alberto Rodríguez, reunió al grupo y les pidió a los nuevos que se identificaran. Cuando le llegó el turno Kempes mintió y dijo: "Soy Carlos Aguilera, de Bell Ville".

El DT le hizo una nueva pregunta: "¿Usted no conoce a un tal Kempes que vive allí y dicen que es muy bueno? Piden una locura y creen que es un fenómeno".

El delantero le dijo que no y prefirió decir un nombre inventado porque no confiaba de la recomendación. Prefería que el técnico le diera una oportunidad por su juego. Aguilera fue el mejor: le cometieron un penal y marcó un gol a los 27 minutos. No se había cumplido el tiempo que dijo el presidente de Bell Ville como condición.

General Paz Juniors, que también se había metido en la negociación, mientras Kempes continuaba jugando amistosos (2) con nombre falso. El 17 de marzo de 1972, contra Huracán de barrio La France, Instituto ganó 6-1 con dos goles de Marito y el diario La Voz del Interior lo elogió así: "Aguilera, el bisoño centrodelantero belvillense de Instituto, en una actuación en la que puso en evidencia (a pesar de las limitaciones de sus rivales) algunas aptitudes que pueden ser bien aprovechadas en el futuro, se convirtió en el más alto valor del quinteto ofensivo del dueño de casa".

Instituto lo adquirió y tuvo que jugar con el nombre real contra Belgra- no. Kempes siguió viviendo en Bell Ville, donde terminó el secundario, como su padre le exigía.

Instituto volvió a ser campeón (tres seis años) de la Liga Cordobesa en 1972 y se clasificó al Nacional 1973.

En ese torneo, Kempes tenía de compañeros a José Luis Saldaño (jugó en Central, Boca...), Osvaldo Ardiles (Huracán, Tottenham Hotspur...), Alberto Beltrán (San Lorenzo, River...), José Luis Ceballos, Ricardo Cherini, Miguel Oviedo (Talleres de Córdoba) y Daniel Willington. Pocos imaginaban que de ese equipo saldrían tres campeones mundiales con Argentina '78 (Ardiles, Kempes y Oviedo).

Mario convirtió 11 goles en 14 partidos del Nacional '73 y era el delantero más buscado para integrar otros planteles como Niza (Francia), Standard Lieja (Bélgica) y Boca Juniors. Ya había jugado en las eliminatorias con Bolivia con la Selección argentina (la selección fantasma, que se preparó para la altura de La Paz).

Les hizo goles a todos los rivales que enfrentó: 78 en 81 partidos, contando los del torneo cordobés. Rosario Central fue el campeón del Nacional 1973 y el que ofreció más dinero por Mario Kempes. El 5 de febrero del '74 se concretó el pase en 130.000.000. El más caro pagado en Argentina.

Llegó al conjunto dirigido por Carlos Griguol para jugar con Carlos Aimar, Eduardo Solari, Aldo Pedro Poy y Bóveda, entre otros. Debutó el 22 de febrero por la 4ª fecha y estuvo en sólo 9 partidos (4 goles) del Metropolitano local, porque fue convocado

para disputar el Mundial de Alemania. Fue campeón Newell's y Central segundo.

En el Nacional '74 comenzó su esplendor en Rosario al marcar 25 goles en 16 partidos. Tampoco pudo ser campeón y el torneo lo ganó San Lorenzo y los rosarinos, segundos.

En el Metropolitano del '75 la furia del goleador se tradujo en 22 tantos, en el torneo que les devolvió la alegría a los hinchas de River Plate, tras 18 años sin títulos. River repitió en el Nacional y Kempes hizo 13 goles para Central. Fue el año de Héctor Scotta con 60 goles en el '75.

El Metro del '76 lo tuvo otra vez goleador a Kempes con 22 tantos (Boca fue campeón). Completó 97 goles en 123 partidos y por 500.000 dólares Valencia se llevó a España a "Carlos Aguilera", aquel nombre inventado por el pibe de 17 años, que iba a Europa como un goleador de 22 años. No necesita mentir, la verdad eran sus goles.

Fuente: Diario UNO Mendoza

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