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Secuelas de la derrota ante Newell's. El volante de Godoy Cruz Gonzalo Castellani hizo una autocrítica y aseguró: "No fuimos contundente". Ahora tienen revancha con Belgrano.
Secuelas de la derrota ante Newell's. El volante de Godoy Cruz Gonzalo Castellani hizo una autocrítica y aseguró: "No fuimos contundente". Ahora tienen revancha con Belgrano.
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Las secuelas de la derrota ante Newell’s Old Boys todavía no cierran en la Bodega. Es que Godoy Cruz Antonio Tomba tuvo todo para ganar el partido, pero se relajó y perdió tres puntos más que importantes en su lucha por permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino.
De afuera se vio un partido totalmente distinto a cómo lo describieron muchos de los protagonistas, ya que ni el mismo Newell’s pensó irse de Mendoza con una victoria. Sin embargo, la falta de criterio del Expreso determinó que la victoria se fuera a Rosario.
El volante del Tomba, Gonzalo Castellani, sostuvo que habrá que levantar la cabeza rápidamente, para pensar ya en el partido del jueves próximo con Belgrano de Córdoba, a las 17.10, en La Docta.
–¿Cuál es la primera sensación que te deja la derrota con “Ñuls”?–Dejó muchas cosas el partido, pero bronca por demás por cómo se dieron las cosas. Se vio adentro de la cancha que buscamos constantemente.
Teníamos necesidad de quedarnos con los tres puntos, pero el resultado fue negativo.
–¿Creés que Newell’s se llevó mucho?–Sí, totalmente. Creo que nosotros tuvimos la pelota y merecíamos un poquito más. No fuimos contundentes como queríamos y por eso nos vamos tristes. El punto nos sacaba de la zona de abajo, pero ya no tenemos que pensar más para atrás. La mente nuestra ya está puesta en Belgrano.
–¿Pensás que ha caído el ánimo del grupo?–Me parece que sí. Fue muy dura la derrota del domingo porque teníamos todo como para ganar o, al menos, sumar un punto importante en caso de no ganar. Podíamos salir un poco de la presión que tenemos con la zona de los promedios, pero ya pasó.
Hay que levantar la cabeza y pensar en Belgrano, que va a ser otra final para nosotros.
–A partir de ahora, ¿corre más lo anímico que lo futbolístico?–Sí. Estamos en un momento en el que no pensábamos estar y hay que levantar la cabeza y tomar los partidos que vienen como si fueran finales del mundo, dejando todo en la cancha y tratando de hacer lo mejor posible.