La Cámara Federal confirmó el procesamiento de integrantes de la barra brava de Boca Juniors, entre ellos los sindicados líderes de "La Doce" Rafael Di Zeo y Mauro Martín.

Los barras de Boca, complicados

Por UNO

La Cámara Federal confirmó el procesamiento de integrantes de la barra brava de Boca Juniors, entre ellos los sindicados líderes de "La Doce" Rafael Di Zeo y Mauro Martín, por ocultar y facilitar la fuga de otro hincha caracterizado "xeneize" que tenía orden de captura.

Fuentes judiciales precisaron que la medida de la Sala II de la Cámara alcanzó también a Carlos Santa Cruz, Cristian Roblero, Carlos Maciel, Antonio Viñales, Eduardo Tripodi, Miguel de Santis, Luis Arrieta, Ariel Pinazzi, Gustavo Iglesias y Eduardo Aballay.

Los camaristas Martin Irurzún y Eduardo Farah dictaron la falta de mérito del comisario mayor Ángel Humberto Ponce, a cargo de la Unidad de Control Operativa (UCO) a la que habían acudido los miembros de la fuerza de seguridad que buscaban Maximiliano German "Mey" Oetinger, entonces de 36 años y prófugo de la justicia federal de San Martin.

Oetinger era buscado por el secuestro de un odontólogo, de 83 años, y robo a su vivienda en 2015, en José Ingenieros, del partido Tres de Febrero del conurbano bonaerense.

De acuerdo a la resolución de la Sala II, el 19 de mayo de 2016, durante el partido de fútbol que el equipo de Boca disputaba con Nacional de Montevideo, Oetinger, buscado por la división antisecuestros de la Policía Federal, y que había concurrido a la cancha, logró escaparse tras cambiar su vestimenta con otro hincha "xeneize".

Las fuentes recordaron que luego, en noviembre de 2016, Oetinger fue capturado, pero la causa contra sus presuntos encubridores se inició tras la denuncia efectuada por denuncia del presidente de la Asociación Civil Salvemos al Fútbol y ex juez de instrucción Mariano Bergés.

Oetinger, ubicado en un "paravalanchas", había sido detectado por las cámaras de seguridad de "La Bombonera" pero, advertido por una "filtración", se refugió entre individuos que le brindaron colaboración y salió del estadio en un automóvil que estaba en el estacionamiento del club, al que solo tenían acceso los abonados.

Cuando las fuerzas de seguridad y las cámaras de seguridad perdieron de vista a Oetinger dieron aviso a los controles de ingreso y egreso del estado, pero el vehículo que transportaba al Oetinger y otro que lo escoltaba, pudieron salir "sin obstáculos", de acuerdo a la resolución del tribunal de segunda instancia.

Irurzun y Farah evaluaron que los procesados pudieron acceder a instalaciones del club "restringidas para el público general" y remarcaron "la facilidad con la que los dos automóviles lograron sortear el último puesto de salida del estadio".

Sobre la falta de mérito de Ponce, la Cámara mandó "profundizar la pesquisa para obtener un panorama más claro sobre cuáles fueron las complicidades -sea de funcionarios públicos, autoridades o empleados del Club- que pudieron ayudar con la fuga".

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