Por Lucio [email protected]
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Con las notables conquistas de Pérez y Peralta, Independiente Rivadavia superó a Sportivo Belgrano y alimenta la ilusión. Video.
Después de las vacaciones se renuevan las ganas y el cuerpo, tal cual les pasó a los Azules, que anoche fueron todo optimismo traducido en corridas en función ofensiva y en estocadas de talento real. La Lepra retomó el torneo, el largo certamen de la B Nacional, de la mejor manera: ganando, a través de dos goles esculpidos por la capacidad y la destreza de Ezequiel Pérez y Abel Peralta. Y atrás, todo un equipo que no le mezquina al esfuerzo, con Parisi como ejemplo.
Fue 2 a 1 frente a Sportivo Belgrano, uno de esos rivales que parecen fáciles pero no lo son, que parecen vulnerables y terminan asustando y complicando en todas las canchas.
Un simple remate puede resumir decenas de situaciones. Una comba enviada de zurda desde el sector del tiro de esquina puede sacar la efervescencia pasional de 11.000 leprosos.
Un simple envío del sector derecho del ataque azul en el punto donde se separan las tribunas (platea techada y popular sur), ejecutado por un talentoso del fútbol, un exquisito de la pegada llamado Ezequiel Pérez pudieron más que varias intenciones.
Fue al punto del córner y le salió como en las divisiones inferiores o en partidos de la Liga Mendocina. Le salió perfecto y así su remate, que era esperado por cabezas rivales y cabezas compañeras, no tuvo ninguno de esos destinos. Ni las manos de Rigamonti pudieron impedir que Ezequiel tuviera el premio mayor, traducido en gol, anoche frente a Sportivo Belgrano.
El otro Sportivo, el Independiente Rivadavia, merecía largamente la ventaja que recién le había llegado a los 34 minutos. Porque Lucas Parisi sacó boleto diferencial para moverse por la izquierda en donde tenía una “Vella” noche imparable. Se juntaba con Tonetto y juntos eran dinamita para los de San Francisco.
Tonetto tuvo tres ocasiones: en dos lo impidió Rigamonti y otra la tiró afuera. Lo mismo le pasó a Rodrigo Gutiérrez, que remató dos veces y pasaron muy cerca.
El gol le daba la diferencia para continuar con el invicto de local, pero la tranquilidad llegó cuando Pérez tocó para Walter García por la derecha y del pie derecho del rubio salió un pase gol teledirigido para el pie derecho de Abel Peralta, que muy obediente le dio de aire y clavó un gol fulminante. Ahora sí la ventaja estaba asegurada. ¿O no?
Los Verdes no se sentían vencidos y los cambios de Aguirre e Insaurralde le daban una vitalidad que antes no habían tenido. Un remate en el travesaño, dos contenciones de Ayala y luego el gol de Francia le daban la razón al equipo de Dalcio Giovagnoli.
Fueron momentos del visitante, que hasta fue a buscar el empate con un cabezazo del arquero y casi viene el tercero azul con el contragolpe y remate desde la mitad de cancha de Pérez.
Fueron condimentos para una linda noche de fútbol. Para que la Lepra siga empeñado en terminar entre los de arriba de la Primera B Nacional.
