El representativo argentino ya aseguró su pasaje a octavos de final, aunque todavía no sabe la posición que ocupará y el cruce que tendrá en la siguiente instancia.
Los triunfos alcanzados sobre Puerto Rico (98-75) y Filipinas (85-81), más una derrota ajustada ante Croacia (85-90) le entregan al elenco de Julio Lamas un handicap favorable en los números, más allá de que el funcionamiento colectivo ha exhibido sus vaivenes. Hasta el momento, la Argentina firmó desempeños dentro de lo previsible, con rendimientos individuales como los de Luis Scola (23 puntos de promedio), Facundo Campazzo (6 asistencias de media) o Marcos Mata (17 tantos y 9 rebotes en la victoria ante los filipinos) como índices sobresalientes.
Para este miércoles, el DT Lamas deberá resolver si modifica el esquema de la doble base cada vez que le da chances de arranque al binomio Campazzo-Pablo Prigioni o si se inclina por ganar altura en el rectángulo, incluyendo a Mata desde el minuto inicial, con el propósito de equilibrar la talla de los atléticos jugadores africanos.
Además, el mismo Prigioni (36 minutos), Andrés Nocioni (34m), Scola (32m) y hasta el base-escolta Nicolás Laprovíttola (30m) tuvieron intenso rodaje en el duelo ante Filipinas. Será hora de determinar si los citados entran en una rotación más prolongada y le dan lugar a otros actores del plantel albiceleste.
Senegal, en tanto, es la sorpresa del grupo. El combinado africano inició el sendero con una abultada derrota ante Grecia (64-87). Pero luego, se recuperó con dos éxitos ante rivales, a priori, de mayor capacidad: Puerto Rico (82-75) y Croacia (77-75)
Los dirigidos por Cheikh Sarr no escapan a los lineamientos generales de todo equipo de la región. Muestra cierta prolijidad en la conducción del base Xane Dalmeida (Tarbes Lourdes, del ascenso francés), aunque sus máximas pretensiones de triunfo se sustentan en la potencia del pivot Gorgui Dieng.