La tabla de méritos fue, es y será unos de los grandes desafíos para los árbitros del fútbol de San Rafael. Este año volvieron las discusiones, las denuncias y las amenazas. La acción continuará en los próximos días. 

En el arbitraje algo huele mal

Cuando en 1987 se creó el Sindicato de Árbitros de la República Argentina (SADRA), la relación entre los hombres de negro cambió sustancialmente. De un lado quedaron aquellos nucleados en la Asociación Argentina y del otro los que eligieron la nueva entidad.

A pesar del paso del tiempo y de que actualmente todos están en el SADRA (requisito excluyente para poder dirigir torneos argentinos) las diferencias existen y cada vez son más notorias.

En el caso puntual del fútbol sanrafaelino, en las últimas semanas la famosa tabla de méritos sacó a la luz diferencias y peleas que nada tienen que ver con el deporte.

La tabla es el instrumento en el cual se basa el Consejo Federal para designar los árbitros y asistentes en los torneos argentinos.

Hasta hace dos o tres años los primeros lugares de la tabla los debían ocupar únicamente los árbitros nacionales recibidos.

Sin embargo esa regla se modificó y permite que si un árbitro provincial muestra mejor nivel puede estar por encima en la tabulación.

Acá nace el problema

Años atrás la tabla era elaborada por el director de la Escuela de Árbitros, Héctor David Pérez.

No obstante, esta temporada esa tarea la debe realizar el Consejo de Designaciones, ente que a diferencia del director de la escuela, no conoce en profundidad la actualidad de los hombres que imparten justicia.

Se filtró un rumor

En el ambiente arbitral comenzó a circular un rumor sobre posibles arreglos de algunos de los hombres de negro con Rafael Albornoz, miembro del Consejo de Designaciones, para ocupar los primeros lugares en la tabla de méritos.

Ante esta situación algunos árbitros le advirtieron al presidente de la Liga de Fútbol, Alberto Pérez, sobre las posibles consecuencias que esto traería.

La gota que colmó el vaso

En principio el dirigente habría confeccionado la tabla sin el consentimiento de sus pares y además la habría comunicado a un medio radial sin antes confirmarla a los protagonistas.

Ante esta situación un grupo de árbitros presentó una nota al consejo directivo de la liga en la que expusieron sus críticas.

Primero se opusieron a la conformación de dicha tabla de méritos, que habría sido confeccionada sólo por Albornoz, no respetando lo que reglamentado; además de haberlo hecho pública en una emisora radial.

Otro punto señalado es que se habrían designado árbitros que no aprobaron la evaluación física correspondiente a cada mes, cuando en un primer momento no debían ser designados.

La nota firmada por quince árbitros aconsejó en uno de sus últimos párrafos no ser designados el fin de semana si continuaba en esa función Rafael Albornoz.

Tratando de encontrar una solución al tema se decidió conformar una comisión, la cual se reunió con todas las partes y resolvió lo siguiente: la tabla de méritos confeccionada por Rafael Albornoz quedó sin efecto.

Se integrará nuevamente a las designaciones Luis Ripa (el más solicitado por los árbitros) como también Guillermo Pereyra.

La nueva tabla de méritos será confeccionada por el presidente Alberto Pérez en forma conjunta con un miembro que él designe para tal fin.

Aunque la erupción ha finalizado, este volcán está activo, por lo tanto no habría que descartar más actividad en las próximas semanas, seguramente con mayor intensidad.

La famosa tabla de méritos

Se confecciona según los méritos que hace un árbitro en el transcurso del año.

Los ítems que se tienen en cuenta para elaborar la tabla son: resultados de pruebas físicas, teóricas, desempeño arbitral, asistencia a clases y algún otro parámetro que disponga quien realice esa tarea.

Una vez adjuntados esos datos, a cada árbitro se le debe asignar un valor tanto al aprobado como al desaprobado, para obtener un parámetro que determine su ubicación en la tabla.

El listado debe presentarlo la liga al Consejo Federal, que determina la ubicación de los jueces que luego serán designados para dirigir los torneos nacionales.

El tema pasa estrictamente por los intereses económicos que algunos árbitros persiguen.

Y es lógico, ya que por dirigir un partido del Torneo del Interior un referí percibe alrededor de 900 pesos.

Por lo tanto, todos quieren ocupar los primeros lugares para asegurarse poder ser designado para partidos de nivel nacional.  

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