Hemos dejado atrás la cálida y amable Pretoria. Por más de veinte días fue nuestro centro deoperaciones y también, por que no, nuestra casa.
Hemos dejado atrás la cálida y amable Pretoria. Por más de veinte días fue nuestro centro deoperaciones y también, por que no, nuestra casa.
Nos fuimos con nostalgia. Pero también sabiendo que renovamos las esperanzas de seguir viendo ala Argentina en lo más alto de la Copa del mundo.
Atrás quedaron los triunfos de la primera ronda y el primer duelo a todo o nada frente a México.Las idas y vueltas a Johanesburgo ya eran una costumbre más.
Nos espera Ciudad del Cabo o Cape Town. Viajamos en Kulula.com, nombre extraño, hasta gracioso,para una línea aérea. Estamos ansiosos, nerviosos. Por un lado una ciudad nueva por conocer, muy
distinta a lo vimos hasta ahora. Estaremos a orillas del mar. Pero es invierno por lo tanto lostrajes de baño y las ganas de meternos al mar quedarán para otro momento.Vamos en busca de Alemania. Una final anticipada de campeonato del mundo. A medida que el torneoavanza los duelos son más atractivos y todo puede pasar. Dos potencias del fútbol mundial estarán
frente a frente y solo una selección podrá llegar a Durban, sede de la semifinal para estallave.Los europeos son de respetar, pero no de temer. Argentina cuenta, y lo ha demostrado, con unpotencial futbolístico como ningún otro equipo. Los veintitrés jugadores estan en condiciones de
saltar a la cancha y no desentonar.Por ahora no hay equipo confirmado. Las dudas continúan y cada enviado a Sudáfrica tiene suequipo para el sábado.
Parece una forma de intentar ayudar desde afuera a ganar el partido. Porque todos dicen tenerlos mejores once, como si el técnico no supiera a quién poner. ¿Será Samuel- Demichelis o
Burdiso-Demichelis o Burdiso-Samuel? Saldrá Dimaría? Y quién entra Pastore o Gutierrez? Y Verón?Adelante Tevez sigue con Messi e Higuaín. Hay mil variantes, todas válidas respetables.Maradona ha demostrado hasta el momento gran capacidad para tener a todos motivados y el másalto nivel de juego. Por eso vamos a dejar que sea él, como corresponde, quién tenga la última
palabra.La sede más austral del país se va tiñendo de celeste y blanco. Miles de compatriotas estaránpor sus calles agitando banderas, mostrando orgullosos sus camisetas y haciendo sonar los bombos.
No vuvuzelas por favor.El avión ha comenzado el descenso para depositarnos en nuestro destino. Es momento de abrocharseel cinturón de seguridad, inclinar hacia delante los asientos y comenzar a vivir juntos otra etapa
de nuestra cobertura en la Copa Mundial de la FIFA 2010. Hasta pronto.