Alejandra Adi
Así como hay hitos que atraviesan la historia argentina, también hay rutas que en sus huellas mantienen el registro de la conformación de una nación, que han servido de nexo y comunicación entre culturas, uniendo también maravillosos paisajes que hacen de este país una de las ofertas más diversas y elegidas en materia turística. Tal es el caso de la ruta más larga de Argentina: la 40.
San Carlos hoy busca que Mendoza tenga una de las pocas “rutas escénicas” que existen en el país, buscando que se declare como tal a la vieja ruta 40.
Como parte de un proyecto general en el que busca unir la Patagonia con el Camino del Inca, el departamento del Valle de Uco apuesta a revalorizar esta antigua ruta desde El Sosneado hasta Pareditas. Este trazo está al Este del que hoy es pavimentado y que es un recorrido de transición entre la meseta patagónica y la provincia fitogeográfica del Monte.
Las repercusiones
Declararla ruta escénica fue una de las propuestas de los sancarlinos presentadas en el Primer Congreso de Senderismo celebrado en la provincia hace unos días. También fue la que mejor repercusión tuvo. Las autoridades provenientes del Ministerio de Turismo de la Nación recorrieron luego la zona y darían luz verde a la Comuna sancarlina para concretar este proyecto.
“Hablamos de más de 80 años de operatividad de este trazo. Lo bueno es que a través de este programa se tendría el aval para conservarlo y preservarlo”, comentó Ricardo Funes, al frente de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de San Carlos.
Conservación
En lo presentado públicamente se especifican que son 170 kilómetros de paraíso que van desde el kilómetro 3.000 al 3.170. La exaltación del mismo se debe a que se ha conservado su paisaje y su cultura al punto de que pueden apreciarse desde los bosques de maitenes enclavados en las quebradas de El Cepillo –en el kilómetro 3.190–, hasta el impactante límite entre la región Cuyo y la Patagonia.
“Es impresionante como el paisaje va transformándose hasta pasar del clásico cuyano hasta lo típico de la Patagonia”, agregó Funes con respecto a este paraíso, donde también se puede en el mismo trayecto percibir la división folclórica entre la tonada del Norte y la cueca del Sur, así como las diferencias culturales gastronómicas, de dialectos y de sus actividades productivas.
Entre otras ventajas, la ruta 40 antigua sería una vía de acceso a potenciales sitios de senderismo como La Faja, El Portezuelo, Las Aucas y el Cerro Malal. Pero, especialmente, se unirá a la otra gran propuesta del Valle de Uco: el sendero de largo recorrido que unirá los valles entre la Laguna de Diamante y el nacimiento del Río
Mendoza, permitiendo conectar por senderos francos e históricos las montañas desde la transición de los Andes Patagónicos a las alturas del Cordón de los Andes, al Camino del Inca.
