“Absurdo” fue el único calificativo que pudieron obtener los medios de Estados Unidos de una representante oficial de Beyoncé sobre el supuesto affaire que mantuvo con el presidente Barack Obama.
Todo comenzó el lunes con la bomba que lanzó el paparazzo francés Pascal Rostain, pero tras el escándalo mundial que provocaron sus palabras, al hombre no le quedó otra que reconocer que se había tratado de una “broma”. Antes, el Washington Post –diario al cual el francés le endilgó estar preparando una nota del tema– salió a negar el asunto.
No obstante, los rumores llegaron en un momento en el que medios internacionales aseguran que la relación del mandatario con su mujer Michelle no pasa por el mejor momento. Asimismo, coincidió con la visita de Estado del francés François Hollande a la Casa Blanca, a pocas semanas de que su propio escándalo sexual sacudiera Europa.
Para contrarrestar la mala prensa que una difamación de semejante magnitud puede ocasionar a un gobierno, medios afines al demócrata estadounidense contaron que el fin de semana pasado los Obama salieron a cenar a un elegante restorán mexicano de Washington en lo que habría sido una celebración de San Valentín anticipada, ya que en el día de los enamorados sus agendas los mantendrán alejados.
Desde la campaña de 2008, los Obama han fraguado una sólida amistad con el matrimonio de Beyoncé y el rapero Jay-Z.
En Estados Unidos, ambos músicos son tratados como realeza y siendo que la amistad entre los cuatro es tan pública, los medios más respetables desestimaron el rumor de entrada, aunque no ocurrió lo mismo con la prensa del corazón, que aprovechó y especuló.
