El presidente de UNO Medios, Daniel Vila, y la conductora televisiva y modelo Pamela David contrajeron matrimonio ayer en una ceremonia para 94 invitados.
Las celebraciones religiosas y civiles, y la fiesta se realizaron en el Puesto San Isidro con presencia de familiares, amigos cercanos y unas pocas figuras del espectáculo, la política y el empresariado. Sólo el entorno más cercano (los hijos de Vila, sus hermanos, los padres de Pamela) compartieron la unión de la pareja, que convive desde hace varios años y que tiene una hija en común, Lola.
Entre los invitados estuvieron el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y su esposa, Malena Galmarini; el empresario Sebastián Eskenazi y su esposa, Analía Franchín, y las figuras de América TV, Alejandro Fantino y Santiago del Moro. La lista se completó con algunos invitados locales, entre los que estaba el empresario Adrián Yacopini.
El matrimonio Bulgheroni, muy cercano del flamante matrimonio, estaba invitado, pero no pudo asistir.
También llegó desde Buenos Aires, Leandro Rud, de la agencia de modelos que representa a Pamela David.
"Nunca hice un casamiento tan exprés", dijo al final de la celebración el padre Ignacio Saade, en alusión a la llovizna continua que acompañó toda a ceremonia en la capilla del lugar, que está al aire libre en pleno piedemonte. Los paraguas blancos que repartieron los organizadores evitaron que los asistentes se mojaran.
Cuando hubo que firmar el acta matrimonial y para evitar que se mojaran las hojas, el oficial público puso acrílicos encima. Los novios firmaron para las fotos sobre los acrílicos y más tarde, sin la lluvia de por medio, estamparon la rúbrica al pie del acta matrimonial, que redactó el oficial público.
El cuarteto de cuerdas Ludwig le puso música en vivo a la celebración que finalizó con una suelta de globos blancos. El primero en gritar "¡Vivan los novios!", fue José Luis Manzano, accionista de UNO Medios, que fue además, uno de los testigos de la celebración civil.
Los contrayentes eligieron siete testigos y las hijas de Vila fueron las damas de honor de la ceremonia, con coronas de flores frescas en el pelo. Los anillos llegaron al altar en manos de Lola, la hija que tienen en común Daniel y Pamela. Los siete hijos de ambos: Agustín, Noel, Barbarita, Magdalena, María Luisa, Felipe y Lola rodearon el altar durante la celebración.
En la recepción, mientras los invitados probaron los vinos de Altus y comenzaron a degustar el catering que preparó Matías Podestá, se sacaron las clásicas fotos con los invitados. En el almuerzo, se sirvió asado y ensaladas, en tres largas mesas: en una estuvieron los niños y en las otras dos, los adultos. Al final de la comida, el grupo La Kumbia le dio acción a la fiesta.
Por la noche, para cerrar el día de festejos, hubo una comida para 50 invitados en la casa del Puesto San Isidro.
La novia fue vestida por la diseñadora María Gorof
Espléndida: Pamela David llevó un vestido de la diseñadora María Gorof en color manteca, de raso y encaje, ceñido al cuerpo; el cabello recogido, con poco maquillaje y las uñas claras.
Los zapatos muy altos y de taco muy fino completaron el atuendo de la novia.
La pequeña Lola, la hija del matrimonio Vila, también llevó un diseño en el mismo color que su mamá.
Las damas de honor optaron por el rojo para sus vestidos y una corona de flores multicolores para el pelo.
El frío y la lluvia constante obligaron a las damas a completar sus atuendos con abrigos de invierno.
Entretelones:
Arroz. Los invitados recibieron una bolsita con arroz, que le tiraron a los novios al finalizar la ceremonia religiosa.
Tres deseos. Con la suelta de globos blancos que se hizo al final de la ceremonia, la consigna era pedir tres deseos.
Pasada por agua. La lluvia fue intensa durante la ceremonia. Por lo tanto, a la hora de firmar el acta, tuvieron que poner un acrílico sobre la hoja para que no se mojara.
Día de paraguas blancos. Los invitados recibieron paraguas que tenían impreso los nombres de los novios.
Mantitas. También hubo mantitas para protegerse del frío, que se entregaron durante la recepción.
El más solicitado. Sergio Massa fue el más solicitado para las fotos. Los padres de la novia estuvieron entre los primeros que le pidieron posar.
Selfies al por mayor. Todos quisieron llevarse un recuerdo de la boda y aprovecharon los paisajes del lugar para sacarse fotos.
Foto al instante. Los invitados se llevaron una instantánea en papel con una Polaroid digital, el último chiche tecnológico.
Arte. El salón de invitados estaba decorado con pinturas del artista plástico Daniel Genovesi.
Fuente: Diario Uno Mendoza