Enrique Pfaab
Alfredo Cabrillana (34) viajaba desde Mendoza hacia San Martín. Vio el impacto entre el camión y el ómnibus, el inmediato incendio que comenzó en la cabina del transporte de cargas, según cuenta, y fue uno de los primeros que se acercaron a rescatar a los heridos.
“Yo y un flaco, que no sé ni quién era, conseguimos sacar a cinco. Pero lo que me trastorna y que anoche no me dejó dormir fueron los gritos de la gente que pedía ayuda dentro del colectivo, fue desgarrador, cuando ya era imposible acercarse por las llamas, y también un hombre que me miró y me estiró la mano justo antes de que explotara todo y que no conseguí sacar”.
A Alfredo se le estrangula la garganta y ya no puede hablar. “Vi el impacto. Me tiré a la banquina y salí corriendo. No sé de dónde salió un muchacho con el que sacamos a una mujer que estaba pegada a la trompa del colectivo y después a un hombre. Después quise sacar a otro, que me estiraba la mano, pero explotó todo”.
A ese sector delantero del colectivo ya no se pudieron acercar. “Después sacamos a un hombre gordo y grandote, corrimos a un costado a dos abuelitos y después a una mujer que hablaba en ingles”. En realidad hablaba en alemán, ya que había tres pasajeros de esa nacionalidad y con el mismo apellido que viajaban hacia Mendoza, dos mujeres y un varón. “Fue tremendo. Los gritos, el olor, el humo”, recordó.
El doctor Gustavo Patti es director del hospital Perrupato, donde ayer permanecían internadas siete personas, cinco de San Luis y dos mendocinos, en buen estado general y que podrían recibir el alta mañana.
“Vinieron médicos y enfermeros en forma espontánea de todos lados. Hasta aparecieron médicos jubilados”, contó. “Fue una experiencia muy fuerte, por la tragedia y por la vocación que demostró todo el personal”, dijo.
Más del rescate
En el rescate y el combate del fuego trabajaron 16 bomberos, de los cuarteles de La Colonia, Rivadavia, Palmira y Maipú. El oficial principal David González, del cuerpo de la Policía que tiene su base en la ciudad juninense, contó que “el micro tenía material muy inflamable. Combustible, goma espuma, alfombras…, todo muy tóxico” y esto alimentó las llamas y prácticamente impidió que se pudiera tratar de rescatar a las personas que quedaron atrapadas dentro del ómnibus.
El bombero indicó que se trabajó hasta las 2 de la madrugada en la remoción de los hierros retorcidos en busca de restos humanos. “Estas son cosas evitables”, dijo el policía.