El virus, uno de los llamados bacteriófagos, está constituido para atacar y matar a la bacteria que causa el acné, la Propionibacterium acnes.
Los investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA) y la Universidad de Pittsburgh, encontraron 11 versiones diferentes de virus de esta familia de bacteriófagos que poseen esta capacidad.
Ahora planean llevar a cabo investigaciones en el laboratorio para ver si pueden aprovecharlos como terapia para el acné.
Científicos de otros institutos también están interesados en los bacteriófagos como tratamiento para el acné.
El profesor Robert Modlin, quien está dirigiendo la nueva investigación, señala que "el acné afecta a millones de personas, sin embargo contamos con muy pocos tratamientos que sean tanto seguros como efectivos".
"Aprovechar un virus que ataca de forma natural a la bacteria que causa espinillas puede ofrecer una nueva y prometedora herramienta contra las cicatrices físicas y emocionales del acné severo".
Virus programado
El acné es causado cuando los folículos pilosos quedan bloqueados con una sustancia grasosa llamada sebo, que el organismo produce para evitar que el cabello y la piel se sequen.
Por lo común una bacteria inocua como la P. acnes, que vive en la piel, puede contaminar e infectar a los folículos bloqueados. Los virus bacteriófagos parecen contrarrestar este efecto.
Cuando los científicos secuenciaron el código de ADN de estos virus descubrieron que además de compartir mucho de su material genético, todos estos microorganismos tienen varias características clave en común.
Todos poseen un gen que produce una enzima, llamada endolisina, que se cree destruye a la bacteria descomponiendo sus paredes celulares. Y a diferencia de los antibióticos, que matan a muchos tipos de bacteria, incluidas las "buenas" que viven en nuestro intestino, los bacteriófagos están programados para atacar sólo a bacterias específicas.La doctora Jenny Kim, directora de la Clínica para Acné, Rosácea y Estética de la UCLA, que también participó en la investigación, afirma que "los antibióticos como la tetraciclina son utilizados tan ampliamente que muchas cepas del acné han desarrollado resistencia".
"Y los fármacos como el Accutane, aunque son efectivos, pueden producir peligrosos efectos secundarios, lo cual limita su uso".
Los bacteriófagos pueden potencialmente ofrecer una terapia hecha a la medida con pocos efectos secundarios, según dicen los investigadores en mBio, la revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología.
Hermione Lawson, de la Fundación Británica de la Piel, expresa que "esta noticia es muy alentadora. El acné es un trastorno común que afecta a ocho de cada 10 individuos de entre 11 y 30 años en el Reino Unido, y actualmente no hay una cura para la enfermedad de la piel". "Entendemos lo angustiosos que pueden ser los síntomas del acné para quien lo sufre y recibimos positivamente cualquier avance que pueda conducir a una cura o al menos a un mejor entendimiento de la enfermedad" agrega.