Cambios de contrato, demoras burocráticas a raíz de conflictos gremiales son situaciones que la comunidad educativa de la escuela 1-687 Pioneros Alvearenses las padece sin conocerlas porque gran parte del edificio lleva casi un año sin techo y hay 343 niños que otra vez deberán hacerle frente a las bajas temperaturas.
Cansados de las demoras y promesas incumplidas, unos 20 papás se congregaron en el establecimiento para reclamar que concluyan los trabajos que se iniciaron en julio del año pasado: el recambio de todo el techo de la galería central.
El espacio, que también se utiliza como salón de usos múltiples, es paso obligado del alumnado y los docentes porque une las dos alas donde se encuentran las aulas, baños, cocina y la dirección entre otras dependencias.
La obra la encargó Infraestructura Educativa después del incendio que destruyó el techo del edificio en febrero de 2012 a raíz de un desperfecto eléctrico.
“Después de un año de pedir que arreglaran el techo, empezaron a trabajar en julio de 2013 pero la obra debía terminar, primero en enero y después en febrero de este año. Empezaron las clases, se viene el invierno y todavía seguimos esperando”, contó Walter Altamira, presidente de la cooperadora escolar y quien hizo las veces de vocero del grupo de padres autoconvocados.
El crudo invierno, que es común en esta zona, es el menor de los problemas que acarrea estar a la intemperie. Cuando precipita abundante lluvia “el agua corre por todos lados y se inundan las aulas, como pasó en el verano”, agregó una mamá. Y si se habla de seguridad, ese es otro drama que también les genera bastante dolor de cabeza. “La semana pasada se metieron por el techo y menos mal que rompieron vidrios nada más porque podrían haber provocado más destrozos y hasta robarse lo poco que hay”, comentaron las mamás.
De acuerdo al cartel indicador que colocó el Ministerio de Infraestructura mendocino en el ingreso al establecimiento escolar, la obra es responsabilidad de la empresa Agrocon SRL, demandó una inversión de $824.767 y el plazo de ejecución era de 200 días.
“Es cierto que hay demoras y hay que pedirles disculpas a la comunidad que han sido tan pacientes con nosotros. Hay cuestiones administrativas que se deben subsanar antes de poder continuar con la obra”, reconoció Enrique Saieg, director de Mantenimiento y Reparación del área de Infraestructura Educativa.
Según las explicaciones del funcionario, después de la licitación hubo una alternación en el contrato “por el cambio de materiales y lamentablemente las asambleas y problemas en Administración Central (conflicto gremial con los estatales) han demorado todo el proceso burocrático y la empresa no quiere continuar hasta que no estén todos los papeles en orden”, expresó.