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En Mendoza, la franja que iba de los 14 a los 18 años se amplió y llega a los 30. El pico de la problemática se da en la adolescencia. Especialistas hablan de nuevo desórdenes alimentarios.

La bulimia y la anorexia ahora golpean a las niñas desde los 8 años

Niñas de 8 años y mujeres de más de 30 sufren actualmente trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia, ampliándose así las edades en las que históricamente aparecían estas enfermedades: entre los 14 y los 18 años.

El médico psiquiatra Eduardo Garzuzi –dedicado a esos desórdenes alimentarios desde hace 30 años y fundador de una de las únicas asociaciones dedicadas a atenderlos– aseguró: “Se amplió el margen, que era de 14 a 18 años y en mujeres. Ahora hay un grupo en el que aparece la enfermedad antes de la pubertad y después de la juventud. El pico, sin embargo, sigue siendo la adolescencia femenina, por la presión social. Ahora también hay pacientes varones en una porción mucho menor con anorexia y bulimia, que muchas veces no consultan por vergüenza. Han aparecido otros desórdenes alimentarios no muy conocidos: por atracón, comedor compulsivo, comedor selectivo,

ortorexia y vigorexia, esta última más común entre los hombres”.

Elsa Ayub, médica endocrinóloga del programa de desórdenes alimentarios del hospital Notti, dijo que todo indica que los casos han aumentado en ese centro. “Tenemos muchas consultas, no podría decirte cuántas con exactitud, pero son bastantes. A partir de una impresión, por lo que uno trabaja, te podría decir que han aumentado los casos”, refirió.

Sin estadísticas

La mirada de la sociedad hacia las personas que sufren esta enfermedad hace que quienes la padecen tarden muchos años en manifestarlo, si es que lo hacen. Así las cosas, se dificulta llevar una estadística acerca de la cantidad de casos. En el Ministerio de Salud, por ejemplo, no hay números específicos de pacientes con bulimia y anorexia que se atienden en los distintos consultorios. En este sentido, existen casos que llegan a consultorios de nutricionistas, psicólogos, médicos clínicos o psiquiatras, entre otros.

“Las consultas se han diversificado, porque la enfermedad en sí es muy tramposa y saboteadora. A veces llevan años enfermos y no lo dicen, hay como una especie de no aceptación social, distinto al tema de la desnutrición infantil. Las chicas con trastornos alimentarios tienen mala fama, se las ve como caprichosas que no ven que hay hambre en el mundo y tiran la comida, por ejemplo. Son mitos, porque son verdaderas enfermedades. Todo esto le da poca aceptación social”, dijo Garzuzi.

Vacío

La importancia de la prevención en materia de salud mental es uno de los elementos que más destacó Garzuzi para combatir la bulimia y la anorexia.

Quienes las sufren se han puesto el objetivo de bajar de peso porque creen que así serán felices y tendrán éxito, trabajo y “buena presencia”. Tal como explicó el especialista, el atractivo de ser delgado no es entonces solamente bajar de peso, sino también el acceso a otros beneficios sociales. “Llega la famosa frase: ‘Si no sos flaca, no existís’, y usted lo ve hasta en la escuela primaria, con la discriminación de los chicos y las chicas gorditas. Anorexia y bulimia en la infancia hay, en niños de 7 y 9 años. Los síntomas no son como los de los adultos, pero se notan en los dibujos, los juegos y los comentarios sobre la comida”.

“La anorexia nerviosa restrictiva es también lo que está llegando ahora. Vemos casos de chicas de 20 años con 35 o 38 kilos de peso, perdiendo tiempo con controles y análisis mientras la enfermedad sigue avanzando. La enfermedad es muy especial, tiene fondo psíquico”, afirmó.