Brasilia espió a diplomáticos de Rusia, Irán e Irak entre 2003 y 2004 La Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) vigiló las actividades de diplomáticos de Rusia, Irán e Irak, tanto en las respectivas embajadas como en sus lugares de residencia, entre 2003 y 2004, según reveló el diario Folha de Sao Paulo. El espionaje a los diplomáticos consta en un informe elaborado por la ABIN a cuyo texto tuvo acceso el diario. Brasil ha realizado recientemente un reclamo internacional por haber sido blanco del espionaje electrónico de los Estados Unidos.
El informe afirma que diplomáticos rusos involucrados en negociaciones de equipos militares fueron fotografiados y seguidos en sus viajes. "Lo mismo fue hecho con funcionarios de la embajada de Irán, que fueron vigilados para que la ABIN identificara sus contactos en Brasil. Los agentes siguieron a diplomáticos iraquíes a pie y en coche para fotografiarlos y registrar sus actividades en la embajada y en sus lugares de residencias, según el informe", agrega el reportaje de Folha.
El Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la Presidencia, al cual está subordinada la ABIN, se abstuvo de confirmar la información, alegando que, en la consulta sobre el tema enviada el viernes pasado, el rotativo no envió copias de los documentos en que se basa su denuncia. Al mismo tiempo, sin embargo, afirma que las operaciones mencionadas por el diario siguen "la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales", y dejó claro que los funcionarios responsables de la filtración de informaciones serán duramente castigados. "Pese a que respeta los principios constitucionales de libertad de prensa, el GSI destaca que la filtración de informes clasificados como secretos constituye un delito y que los responsables serán enjuiciados en base a la ley", advirtió el organismo gubernamental.
"La determinación del gobierno sobre las actividades de inteligencia es de absoluto cumplimiento de la legislación. Posibles violaciones están sujetas a sanciones administrativas, apertura de proceso de investigación y sanciones en base a la ley", agrega la nota oficial divulgada en Brasilia. El comunicado enfatiza que la ABIN "desarrolla actividades de inteligencia dedicadas a la defensa del Estado democrático de derecho, de la sociedad y de la soberanía nacional, en estricta obediencia a los principios constitucionales y a los derechos y a las garantías individuales".
La semana pasada, Brasil y Alemania presentaron a la ONU un proyecto de resolución que pide protección internacional contra el espionaje, en el contexto de las conocidas pinchaduras sufridas por sus gobiernos de parte de la agencia NSA de Estados Unidos. El episodio de espionaje contra los diplomáticos ocurrió entre 2003 y 2004, es decir, durante la primera presidencia de Lula da Silva.
El Folha subraya que las operaciones son "modestas, y no pueden ser comparadas con la estructura armada por la NSA para monitorear comunicaciones. Aun así, el documento demuestra que, pese a lo que puede sugerir la retórica de la presidente (Rousseff), el gobierno brasileño tampoco duda en movilizar su brazo de espionaje contra otros países cuando identifica amenazas a los intereses brasileños", concluye el texto.