Gonzalo Villatoro
La puesta en marcha de la planta de tratamiento de residuos cloacales en el departamento fue la solución a una añeja necesidad de los alvearenses, y al mismo tiempo permitió la creación de un pulmón verde en medio de la zona de secano y el desarrollo sostenido de un lucrativo negocio con la puesta en marcha del Área de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE).
El diseño del conocido ACRE unió las voluntades del sector privado y el estado municipal, y está diagramado para la producción y comercialización de madera para la industria, servicios, el agro o la ganadería, el cultivo de especies forrajeras para producir alimento animal, floricultura para espacios públicos y también cultivos experimentales para la obtención de semillas.
De 910 hectáreas, el municipio local concesionó 800 a la empresa Eco Las Heras SA para la implantación de forestales que son regados con el vuelco de los efluentes de la planta depuradora de líquidos cloacales.
La primera etapa del proyecto contempla la utilización de 200 hectáreas. De esa cifra, en la actualidad se desmontaron y nivelaron 76 hectáreas. Se implantaron 10.000 eucaliptos distribuidos en 10 hectáreas mientras que en la zona del vivero esperan ser trasplantados al ACRE 20.000 álamos, 12.000 sauces, 10.000 pies de nogales negro, 10.000 acacias, 5.000 pies de rosales, 3.000 plantas de laurel en flor y también hay espacio para el grateus, una especie arbustiva ornamental perenne que es muy utilizada para levantar cercos. En el sector experimental cultivan entre otras especies, calabazas que se pueden destinar a la elaboración de artesanías como mates. Como aporte extra y casi impensado al ecosistema local, el riego intensivo para preparar la tierra en el resto del predio, generó una especie de laguna que el verano pasado permitió el arribo de unos 5.000 patos silvestres.
La sociedad entre la comuna y la firma Eco Las Heras no presenta grandes complicaciones. La empresa se encarga de la inversión, los gastos y el manejo del ACRE por los próximos 15 años con posibilidad de continuar 15 años más, mientras que el municipio, propietario absoluto de los derechos de explotación, monitorea el desarrollo del proyecto y recibe el 35% (libre de cargos) ya sea en materia prima o efectivo.
“Es un proyecto que está abierto a una infinidad de posibilidades, una vez que conseguimos el terreno, se construyeron las piletas (de oxidación) y empezó la implantación de forestales. Lo demás quedó sujeto a la imaginación. También hay que pensar en un futuro cercano con la generación de trabajo y por supuesto en el ingreso de dineros frescos para el municipio”, sintetizó el intendente Juan Carlos De Paolo.
La cuenta es sencilla: además del incentivo a la producción forestal con subsidios de hasta el 80% de la inversión más los beneficios fiscales que otorga la Nación, por estos días “en Alvear hay 80.000 razones para apuntalar la iniciativa pensando en la obtención de recursos económicos. Hay utilidad para todo lo que se pueda plantar en ese lugar”, dijo Ricardo Puga, gerente de Eco Las Heras SA.
Se acortan los tiempos
Uno de los beneficios de la aplicación de aguas residuales para el regadío de forestales es la forma ecológica de solucionar el problema de los efluentes cloacales.
La segunda alternativa viable es la producción intensiva de forestales con una fortaleza inigualable, la reducción del 50%, aproximadamente, en los tiempos de crecimiento de las plantas además del aumento en el rendimiento de los cultivos.
Las aguas tratadas en lagunas de estabilización contienen un alto valor nutritivo que vuelve obsoleta “la aplicación de abonos o fertilizantes químicos porque todo ya está en el líquido que se vuelca de las piletas”, comentó Alejandro Llul director de Gestión Ambiental del municipio.
En la zona, para que un álamo obtenga las dimensiones requeridas por la industria (12 pulgadas como mínimo) demanda por lo menos una espera de 7 años. En cambio, en el Acre en no más de tres años puede alcanzar esa medida.
Valor agregado
Los objetivos trazados para el desarrollo del Acre son innumerables cuando se libera la mente y se estudian posibilidades de nuevos cultivos.
La generación de recursos económicos también está atada a la utilización de mano de obra local.
Una de las alternativas viables para el mediano plazo es la puesta en marcha de una fábrica de construcción de placas. En la provincia solamente existe una.
“No pensamos en producir plantas y venderlas afuera, estamos hablando de generar trabajo, proveer a los aserraderos locales, y la producción intensiva de álamos nos permite pensar seriamente en levantar una fábrica para elaborar placas de madera”, dijo Carlos Oyhenart secretario de Obras de la Municipalidad.
Producción de madera
Álamo y sauce: madera blanda que se destina entre otras utilidades para la elaboración de placas (aglomerado).
Eucalipto: para estructuras de malla antigranizo o postes para tendidos de energía eléctrica.
Nogal: madera de calidad para la fabricación de muebles finos.
Acacia: madera denominada dura que se empela para postes de viña o construcción de implementos para el sector ganadero (corrales, comederos, mangas).
Floricultura
Rosales, laurel en flor, grateus: para embellecimiento de espacios públicos.
Plan ambicioso
Tratamiento: la planta depuradora contiene 2 piletas de 50 metros de ancho por 200 de largo y el terreno permite la construcción de 6 más con iguales dimensiones.
Cantidad: al ACRE se vuelcan 70 litros por segundo de efluentes cloacales y se espera incrementar la cantidad de agua el 40%.
Hace 3 años: el proyecto ACRE comenzó en 2011 con una inversión inicial de $600.000, pero recién en octubre de 2012 pudieron completar los trabajos.
El atraso: la demora en la conexión de la red cloacal primaria a la planta de tratamiento y la comunicación entre las piletas y el predio fue el principal problema.
Cambio: esa labor estaba en manos de una constructora privada y fue absorbida por AYSAM para poner en marcha la planta y el Área de Cultivos Protegidos Especiales.