Ayer a las 13.45 se registró en Guaymallén un nuevo ataque a una alumna. Esta vez, una patota de diez adolescentes, de los cuales siete son mujeres, mandó al hospital a una chica de 8º año.

Otro caso de brutalidad juvenil

Por UNO

Una patota integrada por diez menores –siete son chicas– atacó brutalmente a una alumna de 14 añoscuando ésta se dirigía a su escuela, la Roberto Azzoni, en Villa Nueva, Guaymallén. También fueron

golpeados tres compañeros que intentaron socorrerla.

La niña se encuentra internada en el hospital Humberto Notti, donde fue llevada en una

ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) ya que sufrió severas lesiones,

principalmente en la cabeza.

El violento ataque, que no sería el primero de esta naturaleza que se registra cerca de esa

escuela, según dijeron familiares y padres de otros alumnos a Diario UNO, ocurrió ayer a las 13.45,

cuando los chicos –sus edades no superan los 15 años– estaban a punto de entrar a la escuela

Azzoni, ubicada en la calle Cochabamba, del Tercer Barrio Unimev, en Villa Nueva.

A esa hora, un grupo de alumnos de disponía a entrar cuando de repente aparecieron otros diez

menores, de los cuales siete eran chicas.

El comienzo

Una de las recién llegadas corrió hasta donde estaba la menor aludida y la agarró por los

cabellos, haciéndola caer al suelo.

Al mismo tiempo, entre todos los atacantes comenzaron a insultarla. Pero no se conformaron

con eso.

Todos le siguieron dando un sinfín de golpes a la víctima, quien estaba totalmente indefensa

y trataba de esquivar las patadas y los puñetazos que con una furia descomunal descargaban sobre

ella.

El blanco elegido por los agresores era la cabeza de la menor, quien pedía ayuda a los

gritos.

Tres compañeros de ésta, al ver lo que estaba sucediendo, fueron corriendo para ayudarla.

Pero ellos también fueron víctimas de golpes en distintas partes del cuerpo e insultos de toda

índole.

Cuando los agresores se cansaron de pegar y la adolescente estaba casi desvanecida,

decidieron escapar.

Sin embargo, la que peor atacó a la chica herida ya está identificada y vive en un barrio

cercano, también de Guaymallén.

Indignación materna

La madre de la menor lesionada habló ayer con Diario UNO desde el hospital Notti, donde se

encuentra internada su hija.

La mujer, acongojada, dijo que "la mayor parte de los golpes son en la cabeza, pero además

tiene patadas en la espalda y también en las piernas".

Añadió: "Ella trató de defenderse, pero no alcanzó. Los otros eran muchos y, según me

contaron, uno de los chicos tenía una sevillana, que afortunadamente no utilizó".

"El caso de mi hija –prosiguió– no es el primero de esta naturaleza. La semana pasada, otra

compañera corrió la misma suerte. La molieron a golpes, y siempre es el mismo grupo. Se hizo la

denuncia pero no pasó nada, como siempre. Ahora, bien, fíjese usted: si nosotros los grandes

tomamos medidas contra esta patota, seguro que terminamos presos".

La señora contó además que en más de una ocasión se les advirtió a los padres de la chica más

violenta lo que estaba sucediendo. "Pero ellos, en vez de educarla, la apañan. Ya no entiendo más

nada. Somos una familia tranquila; tengo cinco hijos y ésta a la cual hirieron es la más chica".

"No sé qué hacer, porque a mi otro hijo no quisieron recibirle la denuncia y yo estoy acá

atendiéndola; no puedo dejarla sola. Espero que llegue mi marido y le reciban la denuncia", se

esperanzó.

Reclaman justicia

"¿Tendremos que esperar que esta mocosa mate a alguien para que la Justicia actúe

de una vez por todas?", se preguntó la preocupada madre de la chica agredida.

Un compañero que salió a defender a la adolescente también contó: "Nos pegaron a todos los

que interveníamos para defenderla. Recibimos golpes en la espalda, los pies, los brazos y la

cabeza. No los paraba nadie. Pero sabemos muy bien quién es, a qué escuela va".

Al preguntarle al estudiante a qué atribuía este nuevo ataque de ayer, dijo: "A lo mejor es

porque no la dejamos entrar a nuestro grupo".

"Pero eso no justifica que le haya hecho esto (a la víctima)", concluyó el menor, cuyo nombre

se reserva por razones legales.