sólo por la cantidad, sino también por la calidad del agua". El DGI tiene 2.000 establecimientos autorizados para arrojar en forma directa efluentes a loscauces. Previamente acuerda los parámetros permisibles y realiza controles diarios en toda sujurisdicción. Luego elabora una tarifa que cobra por actividad y cantidad de efluentes, pero no porcalidad. Si en los vertidos se encuentran parámetros fuera de lo establecido por norma, Irrigaciónsanciona o clausura al establecimiento que lo realizó. Obras Sanitarias Mendoza SA sólo puede controlar las bocas de cloaca si ha autorizado elvuelco de efluentes industriales en ellos."También se acuerda calidad y cantidad de vuelcos con la empresa o institución, pero nuestra tarifa se cobra en base a estos dos parámetros y no a la actividad. Si se viola lo permitido, sesanciona", explicó el interventor de OSM Gonzalo Dávila.
Antecedentes y responsabilidades varias La empresa Keghart, señalada por Ambiente como la que intencionalmente vertió mercurio a unacloaca, ya tenía un antecedente. En setiembre de 2009, hubo una denuncia del EPAS, porque seencontró mercurio en el hipoclorito de sodio que fabrica. Paradójicamente, este producto era vendido a OSM para potabilizar agua y también aparticulares para uso doméstico. En ese momento, Fiscalización y Control de la Provincia clausuróla empresa. Después la Secretaría de Ambiente realizó una auditoría. Pero, al poco tiempo, volvió afuncionar con la promesa de ponerse en regla. El vertido de mercurio en la cloaca, el colapso de la misma y la llegada del metal al canalCacique Guaymallén, que se conocieron la semana pasada, develaron fallas en la gestión del controlprovincial. Las cloacas son responsabilidad de OSM, pero el vertido se habría hecho en un predioprivado, sin su autorización, por lo que no puede controlarlo. Sin embargo, la intervenida empresasí detectó mercurio en calle Paso y Acceso Sur el viernes 9 de abril, cerca del lugar. Una semanadespués dio aviso, cuando el metal llegó a las piletas de potabilización. Allí intervino la Secretaría de Ambiente, ofuscada por la tardanza. pero también preocupadaporque, a la hora de poner la lupa en la prevención, gran parte de la responsabilidad recaeríasobre ella. El Departamento General de Irrigación, por su parte, se quejó por las desinteligencias en elcomunicado de los problemas (ver página siguiente).