Obras Sanitarias Mendoza SA sólo puede controlar las bocas de cloaca si ha autorizado el vuelco de efluentes industriales en ellos. La responsabilidad empresaria y el accionar del EPAS.

Los controles que existen y los antecedentes

Por UNO

El director de Policía del Agua del Departamento General de Irrigación, Daniel Corral, explicó quesu área administra la cantidad y calidad de agua cruda en la provincia.

Su poder de policía abarca los cauces, canales e hijuelas de Mendoza. "Irrigación vela no

sólo por la cantidad, sino también por la calidad del agua".

El DGI tiene 2.000 establecimientos autorizados para arrojar en forma directa efluentes a los

cauces. Previamente acuerda los parámetros permisibles y realiza controles diarios en toda su

jurisdicción.

Luego elabora una tarifa que cobra por actividad y cantidad de efluentes, pero no por

calidad.

Si en los vertidos se encuentran parámetros fuera de lo establecido por norma, Irrigación

sanciona o clausura al establecimiento que lo realizó.

Obras Sanitarias Mendoza SA sólo puede controlar las bocas de cloaca si ha autorizado el

vuelco de efluentes industriales en ellos.

"También se acuerda calidad y cantidad de vuelcos con la empresa o institución, pero nuestra

tarifa se cobra en base a estos dos parámetros y no a la actividad. Si se viola lo permitido, se

sanciona", explicó el interventor de OSM Gonzalo Dávila.

Antecedentes y responsabilidades varias

La empresa Keghart, señalada por Ambiente como la que intencionalmente vertió mercurio a una

cloaca, ya tenía un antecedente. En setiembre de 2009, hubo una denuncia del EPAS, porque se

encontró mercurio en el hipoclorito de sodio que fabrica.

Paradójicamente, este producto era vendido a OSM para potabilizar agua y también a

particulares para uso doméstico. En ese momento, Fiscalización y Control de la Provincia clausuró

la empresa. Después la Secretaría de Ambiente realizó una auditoría. Pero, al poco tiempo, volvió a

funcionar con la promesa de ponerse en regla.

El vertido de mercurio en la cloaca, el colapso de la misma y la llegada del metal al canal

Cacique Guaymallén, que se conocieron la semana pasada, develaron fallas en la gestión del control

provincial.

Las cloacas son responsabilidad de OSM, pero el vertido se habría hecho en un predio

privado, sin su autorización, por lo que no puede controlarlo. Sin embargo, la intervenida empresa

sí detectó mercurio en calle Paso y Acceso Sur el viernes 9 de abril, cerca del lugar. Una semana

después dio aviso, cuando el metal llegó a las piletas de potabilización.

Allí intervino la Secretaría de Ambiente, ofuscada por la tardanza. pero también preocupada

porque, a la hora de poner la lupa en la prevención, gran parte de la responsabilidad recaería

sobre ella.

El Departamento General de Irrigación, por su parte, se quejó por las desinteligencias en el

comunicado de los problemas (ver página siguiente).