Sin ningún funcionario que hablara, fueron sus voceros los que indicaron que Díaz Russo pretendía hablar con el gobernador Francisco Pérez, antes de tomar una decisión de si aceptar o no la renuncia.
Finalmente, tras tantas idas y venidas, Díaz Russo aceptó la dimisión, lo que se dio a conocer por un comunicado, sin que ningún funcionario hablara con la prensa.
No obstante, esta dimisión ya era dada por hecho en el cuarto piso, donde se encuentra gobernación, antes de que en Salud la confirmaran en horas de la tarde.
En ese sentido, desde el entorno del gobernador desestimaron cualquier crisis, a pesar de que en el ministerio de Salud, la tranquilidad era una ausencia notoria luego de la tormenta desatada por Cardello, a quien se le atribuye su alejamiento a un enfrentamiento político interno.
No es la primera crisis que enfrenta Díaz Russo en casi once meses de gestión. De hecho, a fines de julio, la renuncia del director del Hospital Central Gustavo Perone, puso en jaque la gestión de Díaz Russo, que anteriormente también había sido en puesto en duda por los conflictos salariales, que motivaron la intervención del vicegobernador Carlos Ciurca.
Incluso Ciurca y Díaz Russo han tenido sus cruces en algunos temas como aborto no punible, en donde el ministro señaló hace unos meses que si para hacerse una interrupción de un embarazo, la mujer solo debe presentar una declaración jurada asegurando haber sido violada, muchas mujeres serían las que se presentarían y mentirían en ella.
Ante esos dichos, el vicegobernador calificó de “apresurada” la postura y pidió más “profundidad” en la reflexión. Igualmente, a fines de setiembre, el vicegobernador, hablando sobre aborto, también se diferenció del titular de Salud y aseguró que la opinión de este no era la del gobierno provincial. Esto, porque Díaz Russo aseguró que sería una torpeza no tener en cuenta la posición de la Iglesia católica sobre el tema.