El detonante fueron, lamentablemente, los cinco jóvenes muertos en la fiesta electrónica Time Warp por ingerir drogas sintéticas. Ahora, la idea es evitar más tragedias como ésa. En Mendoza hoy se hace una reunión entre distintos actores que tienen que ver con el tema para proponer ideas y buscar alternativas.
El organizador y el que cita al evento es Fabián Manzur, a cargo del Centro de Congresos y Exposiciones, quien quiere enriquecer el debate en torno del consumo de drogas en fiestas electrónicas. "La idea es que los chicos tengan una mejor diversión nocturna y prevenir cualquier desgracia que pueda ocurrir", afirma Manzur.
Están convocados a la reunión el Ministerio de Seguridad, el Colegio de Psicólogos, los productores de eventos, los dueños de boliches y la Asociación de Salones de Fiestas. Además, participan padres con la condición de hacer críticas constructivas.
"Todos los integrantes de la sociedad estamos fallando, y sabiendo que tenemos que darles herramientas a los padres, la familia es la base fundamental para que los chicos no sean vulnerables", afirma Manzur.
Una de las propuestas es la de convocar en cada fiesta electrónica a comisiones de padres, de periodistas, para que se sean una especie de veedores y propongan qué falta, que analicen en qué se está fallando y para que conozcan también el ámbito donde sus hijos van a divertirse. "Los empresarios tienen que ser más responsables, el Estado tiene que acompañar con controles más rígidos, y tiene que haber mayor compromiso de los padres en el cuidado de sus hijos", agrega Manzur.
Otra de las ideas es que en las fiestas no sólo haya seguridad privada, sino que también haya policías que gracias al uso de nuevas tecnologías puedan detectar si los jóvenes tienen pastillas ocultas.
"Los padres tienen que sumarse, involucrarse para saber cuáles son los lugares que sus hijos frecuentan y vivenciar lo que viven sus hijos y entonces van a saber de lo que están hablando. No hay que estigmatizar a los eventos", explica.
El 13 de mayo habrá una nueva fiesta electrónica en el Bustelo, que suele ser uno de los lugares que más reciben este tipo de eventos. Manzur contó que durante su gestión ya se han hecho tres fiestas y que no han tenido problemas.
Para el director del Bustelo, la suspensión de las fiestas electrónicas no va a hacer que los chicos dejen de drogarse. "El problema no es la música ni los espacios, estamos teniendo un problema más familiar, los papás tenemos que hablar con nuestros hijos, hablar de lo que es la droga. El Estado es la segunda barrera y tiene que acompañar", opinó.
Otra de las propuestas de la reunión es de la capacitar a especialistas en drogas para que concurran a las fiestas de modo obligatorio y que monitoreen y sepan detectar cuando un joven está drogado y necesita ayuda. "Hay que contenerlos y charlar con ellos, necesitan ayuda, no estigmatizarlos", cerró.