Era una persona tímida y al tener esa característica, jamás despertó sospechas de ser el asesino serial que acechaba en su mayoría a mujeres en Brasil.
El último trabajo que se le conoció a este sujeto fue el de personal de vigilancia privada en un hospital materno infantil, donde mantenía una relación normal en su desempeño laboral y en el que estuvo apenas dos meses porque después fue detenido.
En solo cuatro años Gomes da Rocha mató a 39 personas: en sus horas libres recorría las calles de la ciudad en moto robando tiendas, farmacias y negocios de lotería. Al momento de asaltar a la gente, gritaba "robo" antes de matarlos a tiros.
Así asesinó a mujeres y trabajadoras sexuales principalmente, pero entre sus víctimas fatales también hubo una niña de 14 años, travestis y hombres homosexuales, muchas de esas personas sin hogar.
El 2 de agosto de 2014, minutos antes del asesinato de la adolescente de 14 años, Ana Lidia Gomes, la motocicleta que conducía Tiago fue fotografiada mientras pasaba a una velocidad no permitida.
Sin embargo, como las placas de su moto eran robadas no fue fácil dar con el autor del crimen, pero gracias a las investigaciones sobre las placas robadas se pudo dar con el culpable de los crímenes.
Estas pistas, entre otras, como los registros de cámaras de seguridad en algunos robos que practicó, permitieron emitir una orden de arresto contra un hombre blanco y otras características físicas a las que habían llegado los investigadores, así como también las características de la motocicleta y la matrícula manipulada.
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La detención de Gomes da Rocha se produjo el 14 de octubre de 2014 -tenía 26 años-, cuando fue enviado al Departamento de Investigación de Homicidios (DIH) de la Policía Estatal de Goiânia.
Al ser interrogado confesó sus crímenes, lo que generó que se llevara a cabo un allanamiento en su casa, donde encontraron varios objetos reconocidos como utilizados en los homicidios, incluido un revólver que confesó haber robado de la compañía de seguridad en la que trabajaba.
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Después de su captura, intentó suicidarse rompiendo una bombilla de luz en su celda y cortándose las muñecas, pero no tuvo éxito y recibió algunos puntos de sutura en la muñeca.
Se comprobó que mató a 39 personas y recibió un total de 25 años de prisión, más allá de otros cargos por robos, aunque también se sospecha que pudo haber sido el asesino de otras 13 víctimas.