Justicia Federal

La Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza funcionará con 3 de sus 6 miembros mientras se llame a concurso

Tras las renuncias de González Macías y Arrabal y la muerte de Porras, la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza volverá a completarse cuando el Consejo de la Magistratura seleccione a los 3 reemplazantes. Hay un concurso pendiente de definición

La vacante del fallecido juez Alfredo Porras en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza será cubierta a largo plazo porque el Consejo de la Magistratura debe llamar a concurso a aspirantes de todo el país.

Hasta entonces, el tribunal con jurisdicción en Mendoza, San Juan y San Luis deberá seguir funcionando con tres magistrados: Manuel Pizarro, Juan Ignacio Pérez Curci y Gustavo Castiñeira de Dios.

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Manuel Pizarro.

Manuel Pizarro.

El deceso de Porras, ocurrido el 11 de abril último, elevó a 3 las vacantes en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, que ya había perdido a dos jueces titulares con las renuncias de Olga Pura Arrabal y Juan Antonio González Macías, aun sin reemplazantes.

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La Cámara Federal de Apelaciones, con la mitad de sus integrantes

Ese tribunal está conformado originalmente por seis magistrados que tienen a cargo la resolución de causas federales tramitadas en Cuyo en fase de apelación, es decir cuando alguna de las partes en conflicto plantea disconformidad respecto de las decisiones de los juzgados de primera instancia.

Que ahora cuente con tres integrantes menos -por 2 jubilaciones y 1 fallecimiento- no la inhabilita para funcionar. Sin embargo, lo ideal es que cuente con la mayor amplitud de opiniones a la hora de resolver un conflicto, en coincidencia con la ley que le dio origen.

Este presente de vacancias vuelve a repetirse como desde 2008, cuando una ola de destituciones por delitos de lesa humanidad y renuncias por jubilación dejó a la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza con apenas uno de sus miembros: Juan Antonio González Macías, quien en 2013 retomó el cargo para ponerle el pecho a la situación.

Recién en 2017 el tribunal federal quedó completo cuando a González Macías se le sumaron Arrabal, Porras, Castiñeira de Dios, Pizarro y Pérez Curci. Sin embargo, llegar a este estado ideal llevó más tiempo de lo esperado porque los nuevos magistrados debieron esperar hasta 5 años para que el Consejo de la Magistratura los examinara y el Poder Ejecutivo Nacional los recomendara al Senado nacional para la designación oficial.

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Juan Ignacio Pérez Curci.

Juan Ignacio Pérez Curci.

Al respecto, Porras, reclamó a través de Diario UNO, en un reportaje de 2019, que en Argentina la designación de jueces no debe demorar tanto.

El indefinido concurso 409

La renuncia de González Macías obligó al Consejo de la Magistratura a llamar a concurso para cubrir la vacante. Así se gestó el concurso 409 que, a mitad de camino, se amplió para seleccionar a aspirantes a un segundo cargo: el que dejó la renunciante Olga Arrabal a poco de comenzada la pandemia.

Desde entonces, la Cámara Federal de Apelaciones quedó con 4 de sus 6 miembros originales.

La finalización del concurso 409 es un enigma, ya que el proceso, de por sí complejo, quedó atrapado en una telaraña político-judicial después de las entrevistas personales a los aspirantes, a fines de 2020.

Y si algo faltaba para complicar la situación y ralentizar los plazos aun más, sucedieron la muerte de Porras y la polémica entre la Corte Nacional y Cristina Kirchner por la nueva conformación del Consejo de la Magistratura a través de una ley.

Aparentemente saldada esa cuestión, el nuevo Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación está en plena renovación de sus comisiones.

La de Selección de Magistrados es la que tiene en sus manos el concurso 409 de donde saldrán los sucesores de Arrabal y González Macías más la misión de llamar a un nuevo proceso académico para seleccionar al reemplazante de Porras.