Diego Salinas pasó de ser un policía a sentarse en el banquillo de acusados. El hombre será juzgado por ayudar a un hombre que era el prófugo más buscado por las autoridades ya que estaba involucrado en el crimen del carpintero Carlos Moya.
Diego Salinas pasó de ser un policía a sentarse en el banquillo de acusados. El hombre será juzgado por ayudar a un hombre que era el prófugo más buscado por las autoridades ya que estaba involucrado en el crimen del carpintero Carlos Moya.
En las últimas horas se cayó un acuerdo entre el policía y las fiscales del caso. La idea era que admitiera su autoría en el expediente y fuera condenado, pero la defensa de Salinas quería una pena en suspenso mientras que las acusadoras querían que fuera en efectivo. Finalmente no prosperó el pacto y la causa va a juicio convencional.
La situación de Diego Salinas está bastante comprometida en el expediente y las fiscales de Delitos No Especializados Patricia Atur y Laura Rousselle tienen varias pruebas en su contra:
Diego Salinas se encuentra actualmente en prisión domiciliaria, imputado por encubrimiento agravado y falsedad ideológica de instrumento público. Arriesga una pena de 1 a 12 años de cárcel. Ahora restará esperar la fecha para que comience el debate en su contra.
El 4 de noviembre de 2017, un grupo de delincuentes ingresó a una propiedad ubicada en calle Gutenberg al 995, en Villanueva. Allí vivía Carlos Moya y también tenía su taller de carpintería. Los asaltantes sabían que el comerciante había cobrado 20 mil pesos de un trabajo reciente y ese dinero fue el que fueron a buscar. Para obtenerlo balearon a la víctima, quien murió en el acto.
Vildoza estuvo acusado por este hecho, pero luego recuperó su libertad y se escapó de las autoridades el 20 de agosto de 2019. Fue recapturado en los primeros días de febrero de 2020. Está imputado como coautor de homicidio criminis causa -matar para garantizar la impunidad del asalto- junto a tres cómplices: Lucas Villanueva, Francisco Agüero y Carlos Marcelo Angelini. La causa se resolverá en un juicio por jurados. Si bien los investigadores tienen identificado a un quinto participante, este se encuentra prófugo.