El Papa Francisco negó enfáticamente que mantenga un conflicto con el presidente Mauricio Macri y señaló que "no hay ninguna explicación" para ese supuesto enfrentamiento, defendió su encuentro con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y elogió a la canciller Susana Malcorra
"Yo no tengo ningún problema con el presidente Macri. No me gustan los conflictos. Ya me cansé de repetir eso", afirmó el pontífice, en declaraciones que reproduce el diario La Nación.
Francisco señaló que Macri le parece "una persona bien nacida, una persona noble" y que "una sola vez, en Buenos Aires, durante más de seis años de convivencia" mantuvo un inconveniente con Macri, cuando el actual mandatario nacional era "jefe de gobierno de la Capital" y él, arzobispo.
"Una sola vez en tanto tiempo. El promedio es muy bajo", dijo el Papa sobre aquel enfrentamiento al que no aludió específicamente pero se trató de una diferencia sobre el matrimonio igualitario, al que Macri decidió apoyar contra el rechazo del pontífice.
"Algunos otros problemas los hablábamos en privado y los resolvíamos en privado. Y los dos respetamos siempre el acuerdo de privacidad. No busque razones. No hay ninguna explicación en la historia para que se diga que yo tengo un conflicto con Macri", insistió Francisco.
El Papa formuló estas declaraciones en medio de versiones sobre un enfrentamiento con el presidente, a quien recibió 22 minutos este año, con cara de pocos amigos, en una visita que realizó a Roma. Además, recientemente, se interpretó como un gesto en contra del gobierno argentino el hecho de que el Papa haya rechazado una donación del Estado para una organización apadrinada por el sumo pontífice, Scholas Ocurrentes. Al respecto, el Papa señaló que esa "es una interpretación absolutamente incorrecta" y explicó: "Yo les dije a los dos responsables de Scholas, con todo mi cariño, que los estaba preservando a ellos, los estaba cuidando de eventuales tentaciones o errores en el manejo de la fundación. De ninguna manera aludía al gobierno. Al presidente Macri le dije cuando lo vi aquí que se trata de una fundación privada con reconocimiento de la Santa Sede".
Francisco añadió que "el gobierno accedió al pedido de Scholas porque tenía esa información" y afirmó que sigue creyendo que no hay derecho "a pedirle un peso al gobierno argentino cuando este tiene tantos problemas sociales para resolver".
Con Hebe. En relación con la visita de Hebe de Bonafini, el Papa reveló que "hasta un amigo" le mandó una carta criticándolo por haberla recibido y señaló que la dirigente defensora de los derechos humanos le "pidió perdón" por las abiertas críticas del pasado y que él no se lo negó.
"No se lo niego a nadie (al perdón). Nunca fue cierto que las Madres ensuciaron la Catedral de Buenos Aires. Ocuparon dos veces la Catedral. Y las dos veces yo di la orden de que no les faltaran agua ni baños. Es una mujer a la que le mataron dos hijos. Yo me inclino, me pongo de rodillas ante semejante sufrimiento. No importa lo que haya dicho de mí. Y sé que dijo cosas horribles en el pasado", aseveró Francisco.
Y agregó: "Hablamos del perdón y ella dijo lo que siempre dice del gobierno de Macri, que luego repitió ante la prensa. Son cosas de ella, no mías. A mí me interesaba dejar atrás una historia de desencuentros". También dijo que no sabe "cómo hizo una ingeniera electrónica para tener semejante cintura política", en alusión a la canciller Malcorra y afirmó que "debe haber aprendido en las Naciones Unidas", organización de la que la funcionaria fue jefa de Gabinete del secretario general, el surcoreano Ban Ki-moon, antes de asumir en el gobierno de Macri.
Asimismo, el Papa destacó "la sensibilidad social" de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y afirmó que sabe por la Iglesia argentina que ambas "siguen siendo muy sensibles ante el sufrimiento de los que menos tienen".