El mosquito transmisor del dengue muere a los 14 grados de temperatura, pero recientemente se descubrió que los huevos sobreviven hasta un año, a pesar del frío y la falta de humedad, pudiendo eclosionar (pasar de huevo a larva) al llegar temporadas de más calor y lluvias, incrementando la población del mosquito.
"Desde el norte argentino hasta la provincia de Buenos Aires los huevos del Aedes aegypti pueden permanecer en estado de latencia por un año, hasta la llegada de una temporada de lluvias, como la primavera y el verano de la región y, al recibir agua, se inundan y pueden eclosionar", explicó -en diálogo con Diario UNO- Marina Stein, doctora en Biología y Responsable del Área de Entomología del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Y agregó: "Ese remanente poblacional del mosquito se genera en esta temporada, con la aparición de las bajas temperaturas, por eso es muy importante en los hogares tomar una serie de medidas y en el Estado para evitar nuevos pulsos demográficos del insecto".
País epidémico
La investigadora señaló también que "la Argentina no es un país endémico de dengue, pero tiene dos momentos: el epidémico y el interepidémico, que es en el que nos encontramos con el descenso de temperaturas y cuando hay que accionar de modo eficiente sobre los criaderos".
En ese sentido, distinguió las acciones que pueden desarrollar los ciudadanos de las que deben llevar adelante los Estados y subrayó la importancia de "educar" y "no fumigar".
"La fumigación se debe realizar en etapa de epidemia, para bajar drásticamente la población del mosquito adulto y debe estar bien hecha, no en parques por ejemplo, ya que se deben fumigar los alrededores de la vivienda de un paciente hasta las nueve manzanas adyacentes, pues el mosquito busca la sombra, el agua limpia y condiciones como las que ofrece una vivienda", remarcó Stein.
La profesional aseguró además que "en las casas se deben raspar las paredes laterales de los criaderos artificiales".
Cada vez más afectados
Stein sostuvo que en 2016 hubo tres veces más pacientes con dengue que en 2009, cuando solo circuló el serotipo 1 del virus (DEN 1) y que en ese período intermedio de siete años se generó población humana susceptible a otros serotipos, como el DEN 2, que comenzó a circular este año.
—¿A qué atribuye eso?
—Creo que porque estamos repitiendo cosas que no sirven, como las fumigaciones mal hechas y el consecuente derroche de recursos; o porque se relajan acciones sobre los criaderos, ya que por ejemplo en el invierno de 2015 no escuché una sola propaganda contra el dengue.
"El problema es de educación y de organización, porque es imposible eliminar al mosquito, pues no debemos olvidar que existe desde antes que el hombre, pero sí se puede prevenir el crecimiento de su población", insistió.
—En el sur de la provincia de Santa Fe hay campañas en invierno. Por ejemplo en Rosario, una vez al mes, comenzando el 16 de junio, la Municipalidad propone realizar jornadas colectivas de descacharrado y eliminación de objetos inservibles.
—Sí. Me refiero a iniciativas globales, nacionales, regionales.
—¿Y qué sugiere, entonces?
—Mire, el mapa epidemiológico de América de noviembre de 2015 a febrero de 2016, nos muestra cientos de miles de casos de dengue y/o chikungunya en casi todos los países y nos llama la atención un único país sin casos: Cuba.
"Me pregunto qué han hecho los cubanos para que, a diferencia de la mayoría de los países en Centro y Sudamérica, donde el número de casos por dengue y ahora chikungunya van en aumento, no reportan casos o controlan rápidamente los brotes. Cuba fue el primer país en América en tener la primera gran epidemia de dengue hemorrágico o dengue grave, en 1981, informando 10.312 casos y 158 muertes", continuó la investigadora.
En diálogo con Diario UNO, siguió: "Los hechos actuales demostraron que las experiencias más positivas de control de dengue fueron las que tuvieron una fuerte participación ciudadana con el Estado como articulador y contralor de medidas preventivas de carácter permanente y a la vez de promotor del encuentro solidario entre ciudadanos. Esta experiencia en Cuba marca un antes y un después en las nuevas estrategias de control del vector".
Argentina, país epidémico
Según la doctora en biología, la Argentina en la actualidad se considera un país epidémico respecto al dengue. "Esto quiere decir que el virus no está presente todo el año y que ingresa con una persona que se ha infectado en algún otro país donde el virus se encuentra circulando de manera endémica o epidémica", acotó.
"La circulación local (casos autóctonos) puede ocurrir porque está presente el vector (mosquito) y personas susceptibles (sanas) que no presentan los anticuerpos contra el virus, los tres componentes necesarios para una epidemia", ilustró la investigadora del Conicet.
—¿Cómo puede sobrevivir al frío?
—Como otros insectos, el Aedes aegypti se adapta a las condiciones cambiantes del ambiente, en particular cuando estas son desfavorables (frío y sequedad) y así garantiza su supervivencia. Detiene su desarrollo en la fase de huevo. Así el lote de huevos depositado por las hembras en la temporada estival sobrevive, constituyéndose en la futura población de mosquitos adultos en la siguiente temporada cálida y de mayores precipitaciones.
"Esto debe ser considerado a la hora de pensar en las medidas de prevención que deben persistir a lo largo de todo el año, ya que si continuamos trabajando también en invierno sobre los hábitats del mosquito reduciremos las futuras poblaciones al mismo tiempo que los criaderos", destacó la investigadora del Conicet, en diálogo con Diario UNO.