Y justamente con el "Kun", su mejor amigo argentino dentro del fútbol, podría compartir equipo Messi vistiendo otra camiseta celeste y blanca. Por si acaso el exdelantero de Independiente ya le fue "abonando" el camino hacia Manchester en sus redes sociales.
Lionel-Messi-Pep-Guardiola.jpg
Lionel Messi recibía indicaciones de Pep Guardiola, cuando ambos estaban en el Barcelona.
La otra alternativa "fuerte" que tiene el capitán argentino es el Paris Saint Germain (PSG), donde también podría reencontrarse con un "amigo del alma" como el brasileño Neymar, y también compartir equipo por primera vez con otro rosarino como el "Fideo" Di María.
Pero pensando en el seleccionado argentino, no es lo mismo que Messi vaya a un equipo que a otro, porque a los 33 años cumplidos el pasado 24 de junio su competitividad y su físico seguramente no irán de la mano todo el tiempo, y eso le impediría equilibrar su reserva de energías entre el club al que vaya y el equipo nacional.
Si el candidato que parece picar en punta finalmente se termina quedando con sus servicios, "Lío" tendrá que afrontar una competencia local de alta exigencia, la más fuerte del mundo como es la Premier League, con el valor agregado de que su presencia en esa institución "obligará" a Manchester City, ya sin excusa alguna, a ir con todo por la Champions League.
Y este último objetivo constituye precisamente una de las razones por las que Messi pidió alejarse de Barcelona, ya que uno de sus máximos deseos en ganar nuevamente la "Orejona" antes de dar las "hurras" a una carrera maravillosa e incomparable.
Pero su otra gran meta es justamente la de levantar una Copa con el seleccionado argentino, algo que se le negó repetidamente y constituye quizá una de las mayores frustraciones de esa carrera que lo llevó a erigirse en el mejor futbolista del mundo y cosechar media docena de "Balones de oro" durante su transcurso.
Pero la actividad que se le viene a la selección ya desde el próximo 8 de octubre, cuando comiencen las eliminatorias para Qatar 2022 (ese día no podrá estar en el debut ante Ecuador, en la Bombonera, porque debe purgar una fecha de suspensión originada en la Copa América de Brasil), será también de enorme intensidad, porque el calendario será muy apretado, sobre todo el año próximo.
Es que en 2021 no solamente seguirán esas eliminatorias, muy duras por cierto, sino que además se jugará la Copa América postergada este año en la que Argentina además será organizador junto a Colombia, y este certamen junto al Mundial qatarí quizá representen las últimas dos posibilidades que tiene Messi para alzarse por fin con esa Copa que tanto desea levantar con la camiseta argentina.
Pero si en cambio el próximo destino de "Lío" es el PSG, la liga francesa tiene una exigencia mucho menor, ya que los parisinos viene desfilando sin competidores en las últimas temporadas, por lo que el desgaste sería menor y entonces podría reservar fuerzas para abocarse de lleno a la Champions League y a la selección argentina.
La duda queda planteada entonces: si la máxima y cotidiana exigencia competitiva de Manchester City puede "repotenciarlo" para mantener ese alto nivel, esencialmente físico, también en la selección, o por el contrario terminaría desgastándolo, o si la dosificación de energías que tendría en el PSG le permitirían llegar más "fresco" a cada convocatoria de Scaloni.
Guardiola indudablemente le hará bien a Messi, pero obviamente "Pep" pensará exprimirle el último jugo que le queda a "Lío" pensando en Manchester City, y no en el seleccionado argentino.
Después, por detrás, aspiran a contar con el crack rosarino el Inter (de hecho la familia Messi acaba de adquirir una excelente propiedad en Milán) y el clásico rival de los "Citizen", Manchester United, pero su camino de salida de Barcelona tiene solamente una bifurcación hacia Inglaterra o Francia, en ese orden de elección.
Los 33 años son "la edad de Cristo", y para la falange "culé" Messi es un verdadero "Dios", pero impensadamente, y seguramente también para él, en este momento y como aquel, para alcanzar la "resurrección" tendrá que arrastrar antes e inevitablemente la pesada cruz del desarraigo barcelonista.