El delantero de Godoy Cruz Facundo Altamira fue remplazado ante Aldosivi y se puso a llorar. Detrás encierra una historia de mucha perseverancia, ya que estuvo cerca de dejar el fútbol.
El delantero de Godoy Cruz Facundo Altamira fue remplazado ante Aldosivi y se puso a llorar. Detrás encierra una historia de mucha perseverancia, ya que estuvo cerca de dejar el fútbol.
El técnico tombino, Diego Flores, hizo ingresar a Guillermo Pereira por Altamira, un joven de 20 años que había debutado apenas en la fecha anterior, en la goleada del Expreso frente a Gimnasia La Plata por 4 a 0. Ese partido se jugó el domingo 5 de septiembre pasado en el Feliciano Gambarte.
Altamira salió del campo de juego, se sentó en el banco y rompió en llanto quizás sin entender el motivo de su salida. Luego se fue a la platea con el resto de los compañeros que lo consolaban.
"Sufrí dos roturas de ligamentos en ambas rodillas, la primera fue en el 2018 jugando en la quinta división, y la izquierda fue en el 2020. Son de las peores lesiones que le pueden tocar a un jugador, pensé en dejar de fútbol y dedicarme a estudiar y les agradezco a las personas que me apoyaron para salir adelante. Sufrí esas dos lesiones y seguí adelante, ahora llegó la recompensa", le dijo el jugador hace unos días a Ovación.
Este chico llegó al club bodeguero a los 15 años proveniente de Atlético San Martín de Mendoza. Cuando llegó al Tomba, le costó mucho adaptarse al ritmo de inferiores de la AFA y casi regresa al Chacarero, pero finalmente pudo consolidarse.
Es una historia llena de superación y de perseverancia, ya que por esas cuestiones algunos futbolistas suelen quedar en el camino, pero Altamira siguió adelante y tuvo su recompensa.