Editorial
El secretario de Trabajo formalizó su renuncia tras una serie de escándalos que lo involucraron.

Era hora Triaca

Por UNO

Después de varias semanas de rumores de renuncia, el ahora ex secretario de Trabajo, Jorge Triaca finalmente dio un paso al costado tras casi tres años de gestión en el gobierno de Cambiemos. "Era hora de hacerlo", reconoció ayer en una conferencia de prensa, acompañado por el ministro de Producción, Dante Sica, quien aseguró que no tendrá remplazante y que él asumirá ese rol.

Su presencia en la administración macrista estuvo marcada por el escándalo en el último año. A principios de 2018, trascendió un audio donde el funcionario insultaba a una empleada doméstica que trabajaba para él. Entre otras palabrotas, le dijo a la mujer: "Sandra no vengas, ¿eh? No vengas porque te voy a mandar a la concha de tu madre. Sos una pelotuda". Tras la difusión de este WhatsApp, Triaca se vio obligado a pedir disculpas, al margen de tratar de desviar el foco y de decir que todo se trató de una opereta para sacar provecho económico.

Lo cierto es que la misma empleada, Sandra Heredia, denunció que no estaba legalmente contratada y que mantenía un cargo en el intervenido Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). En ese entonces, varios sectores reclamaron la dimisión de Triaca.

Sandra no fue la única persona que el ministro hizo entrar en ese gremio. En total fueron 200.

Su trayectoria laboral también estuvo marcada por ser el funcionario que más parientes tenía en el Estado en el 2017. Su esposa, María Cecilia Loccisano, entró al Ministerio de Salud como subsecretaria de Coordinación Administrativa; una de sus hermanas, Mariana, ocupó un puesto en el Banco Nación, y su cuñado, Ernesto Martí Reta, fue designado en el directorio del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). Otra hermana, Lorena, trabajó como directora de la Agencia de Inversiones.

A fines de octubre, el programa ADN Recargado, de C5N, mostró una cámara oculta en la que se puede ver al chofer personal de Triaca retirando paquetes de dinero de la caja fuerte del gremio de vigiladores privados (UPSRA). Según las acusaciones, él es el responsable de un fraude millonario en ese sindicato intervenido, precisamente, por Trabajo. La denuncia, que fue presentada por un grupo de afiliados, detalló el desvío de $15 millones a empresas que estarían vinculadas a su familia.

Este caso fue el último que se conoció y las chances para sostenerlo en el Gobierno se terminaron. Era hora, como dijo el propio Triaca en su despedida.