Otra vez el piloto inglés Lewis Hamilton hizo gala de su capacidad de manejo, la misma que lo
llevó a alcanzar la gloria en 2008. Con su McLaren Mercedes se impuso ayer de punta a punta en el
Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1, que se disputó por momentos con una intensa lluvia sobre el
circuito de Spa Francorchamps, por la 13ª fecha del Campeonato Mundial.
Detrás del británico terminaron el australiano Mark Webber (Red Bull) y el polaco Robert
Kubica (Renault) para armar el podio.
En tanto, el inglés Jenson Button (McLaren Mercedes), el actual campeón, fue colisionado por
el alemán Sebastián Vettel (Red Bull) y debió abandonar. Por su parte, el dos veces monarca, el
español Fernando Alonso (Ferrari), se despistó y golpeó contra el muro de contención, por lo que
también debió abandonar.
Igual frustración tuvo el brasileño Rubens Barrichello (Williams) tras chocar desde atrás a
Alonso en el comienzo de la prueba.
Hamilton se impuso en una competencia de trámite difícil debido a las distintas condiciones
de la pista por la lluvia intermitente, como había acontecido en las pruebas clasificatorias.
La prueba debió ser neutralizada dos veces para retirar unidades mal ubicadas tras despistes,
mientras los distintos equipos trabajaban en los boxes con las computadoras que le iban indicando
las posibilidades de lluvia, que resultaron la preocupación mayor de la jornada,
De cualquier manera, Hamilton siempre estuvo en la punta, incluso cuando debió entrar a boxes
para cambiar cubiertas. Demostró una gran superioridad sobre el resto.