La Facultad de Medicina acaba de designar con el nombre de Che Guevara a su aula magna. Conforme los fundamentos se honraba los esfuerzos del recordado guerrillero en pro del mejoramiento de la salud de la gente, en especial de los niños.No dudo de la buena fe de sus impulsores, en ese caso también de la ignorancia que los llevó a tal decisión. A Guevara se le debe reconocer la coherencia entre sus ideas y su vida. Fue la antítesis del burócrata que se sirve del Estado para sí. Fue sin dudas coherente. Pero resulta necesario esclarecer su pérfil claramente violento y autoritario, su accionar extremo, alabando en su discurso y escritos la necesaria destrucción del que piensa distinto para imponer sus ideas revolucionarias. No tuvo piedad con los indefensos. Vargas Llosa relata su regocijo en estas circunstancias. Documentos fílmicos lo muestran ejecutando a jovencitos de rodillas, que eran milicia del tirano Batista (milicia tal vez por un plato de comida). Este Guevara tan valiente y osado como sanguinario pretendió liderar a partir de Bolivia una sangrienta revolución en nuestro país, donde todas las libertades e instituciones hubieran sucumbido y convertido a los argentinos en un pueblo esclavo.
Federico Steiger
DNI 6.067.472