La salida repentina de Marcelo Bielsa de la selección chilena de fútbol es un
hecho sorprendente que hasta hace unos pocos días hubiese sido impensado. Pero ocurrió. Con la
elección para el cambio de mando en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional que se decidió
ayer, el Loco dejó el cargo de técnico del equipo trasandino, algo que fue confirmado anoche por
quien será el nuevo presidente de la ANFP, el español Jorge Segovia.
Bielsa lo advirtió el miércoles por la noche. Y cuando ayer se confirmó que
Segovia conducirá los destinos del fútbol chileno desde enero, empezó a armar las valijas pese al
desencanto de las mayorías en ese país. "No voy a trabajar en común con el señor Segovia, sería un
retroceso que no me voy a permitir. No me voy resentido ni enojado, sí entristecido", había dicho
el Loco.
Harold Mayne-Nicholls fue quien llevó al rosarino a la selección chilena e
incluso, después de arduas negociaciones, hace tres meses logró renovar el contrato del entrenador
más exitoso que tuvo la selección chilena hasta 2015. El aún titular de la ANFP iba por la
reelección, que antes de la postulación de Segovia parecía asegurada. Pero finalmente perdió por 28
votos contra 22 y todo el proyecto se derrumbó.
Bielsa vio venir la derrota y predijo su retiro un día antes de la definición:
"El día que termine la gestión de Harold, dejo mi tarea". Y así fue. Viniendo de Marcelo no hacía
falta esperar la concreción de la renuncia oficial, ya que su palabra es suficiente para saber que
pronto partirá y dejará el austero predio Juan Pinto Durán donde vive en Santiago de Chile. Ante la
derrota y la salida del técnico rosarino, Mayne-Nicholls señaló que quedaba contento con la labor
realizada durante sus cuatro años a cargo del fútbol local y agradeció la presencia del Loco en la
selección.
"Nos dimos el lujo de tenerlo. Debemos agradecer que el quinto mejor entrenador
del mundo estuvo con nosotros. Les trajimos alegría a los hinchas y eso me deja muy contento", dijo
el dirigente saliente.
En tanto, Segovia pudo ganar las elecciones gracias al apoyo de la mayor parte
de los equipos de primera división, cuyo sufragio vale por dos, mientras que Mayne-Nicholls fue
seguido por el grueso de la primera B. "Ahora todos tenemos que juntarnos y empujar el carro del
fútbol chileno", señaló Mayne-Nicholls lejos del rencor. Y además transmitió a la prensa que no
dará más entrevistas para darle el espacio que merece la nueva directiva.
El flamante presidente electo se mostró satisfecho por el resultado y se refirió
a la gestión que terminará el 15 de enero: "Creo que ha hecho un muy buen trabajo y que nos han
dejado la vara alta. Nos exigen más en hacer las cosas bien".
Por supuesto, también se refirió al tema más punzante de su arribo a la ANFP que
es la salida del DT. "Bielsa no va a seguir y no voy a perder ningún tiempo en eso. Lo de ayer (por
la conferencia de prensa que brindó el miércoles) fue un acto inaudito, intentó manipular la
elección", dijo.
Y agregó: "La continuidad de Bielsa era nuestro plan A. Ahora, como él se
autoexcluyó, buscaremos un nuevo entrenador. Pero al momento no podemos tomar ninguna
determinación".
Respecto de la ola de rechazos que se expandió entre los hinchas al conocerse la
dimisión del técnico más exitoso de Chile, Segovia no mostró preocupación: "No vinimos a buscar
popularidad, sino a trabajar por el fútbol chileno. El trabajo va a ser en beneficio de todos.
Tengo la idea de que la oposición no es tan numerosa como se ha querido decir y puede cambiar". La
Roja sigue su rumbo sin Bielsa, que ahora es un Loco suelto.