2011. Aunque aún no cayó por tierra, esa idea corre riesgo cierto de no poder aplicarse debido alas dificultades del Gobierno para hacerse de los u$s 6.569 millones que debían constituir el Fondodel Bicentenario y actuar como garantía para el pago de deuda pública. El conflicto político-judicial con final abierto en el que se ingresó los DNU que creó elFondo y el de la remoción de Martín Redrado de la jefatura del Banco Central pusieron en alerta alos analistas respecto de las posibilidades ciertas de crecimiento que tendrá la Argentina en esteBicentenario. Entre los economistas coinciden en dos puntos: el Ministerio de Economía tiene múltiplesmecanismos para asegurarse los recursos que le permitan pagar los vencimientos de este año, entorno a los u$s 13.000 millones. Pero en caso de que no pueda contar con las reservas del Central y si quiere evitar laconvalidación de tasas altas a través de financiamiento internacional, habrá que acudir a medidasque enfrían la economía, como el ajuste del gasto público y la eliminación de subsidios que derivenen aumentos de tarifas. "Salvo que la recaudación crezca más de los esperado, y si el Gobierno no quiere convalidar tasas altas, habrá que ajustarse el cinturón", explica Mariano Lamothe, de Abeceb. Para Osvaldo Cado, de Prefinex, "si no se consiguen las reservas del Central, hay otrasformas de reunir el dinero". Entre las opciones el analista cita, por caso, la búsqueda de financiamiento internacionalcombinada con "aumentos en los precios del gas y la electricidad retrasados". Eso permitiría disminuir erogaciones en subsidios, pero también reducirían parte de losrecursos de los ciudadanos que de otra manera estarían destinados al consumo. "Está la sospecha de que el Gobierno quería gastar más en un año preelectoral. En realidad, la Argentina no está forzada a ir al default ni pagar tasas astronómicas. Sólo tiene que controlarel gasto", explica Daniel Artana, de Fiel.
Empresas, en lista de espera Varios sectores ya comenzaron a golpear las puertas de los despachos oficiales para obtenermedidas que estimulen el consumo. La Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (AAVyT) le pidió a la ministra de Producción yTurismo, Débora Giorgi, reflotar la línea de créditos para el consumo que se había lanzado en 2008. El resultado fue menor al esperado: los representantes de hoteles y restaurantes firmaron unacuerdo con los bancos Nación y Provincia de Buenos Aires, por el cual los clientes de tarjetas deesas entidades podrán financiar en cuotas sin interés sus gastos en alojamiento y gastronomía envarias provincias. Al mismo despacho fueron los concesionarios de automóviles reunidos en ACARA. El objetivo:modernizar el sistema de leasing y aumentar las ventas por encima de las de 2008. Todavía esperanuna respuesta. Por otra parte, a finales de 2009, los empresarios del sector energético estaban convencidosde que este año sería "un festival de obras de infraestructura". Pero entre las dudas que generabala evolución de la economía argentina desde el año pasado y los nubarrones que sumó la disputaentre el Gobierno y la autoridad del Banco Central, las empresas de infraestructura comenzaron 2010de la peor manera. En una de las transnacionales más grandes con actividad en el país, firme contratista delEstado, reconocieron a El Cronista que "los pedidos de equipamiento están un 50% por debajo que losde 2009, cuando el escenario internacional era más crítico".