El dato surgió de un estudio de la consultora Adecco. Una situación similar se registra en el Norte del país, mientras que los sueldos más altos se pagan en la Patagonia

La región de Cuyo es una de las zonas con salarios más bajos del país

Los sueldos más altos del país se abonan en la Patagonia, mientras que los más bajos corresponden al NOA y NEA, y en algunos casos, por muy poca diferencia, a la región de Cuyo. El dato surgió de un estudio realizado por Adecco Argentina, filial de la empresa especializada en consultoría integral en Recursos Humanos. La consultora realizó el relevamiento y análisis de sueldos de empresas nacionales y multinacionales, de diferente envergadura y volúmen de operaciones en las ramas industriales, comerciales y de servicios. Lo hizo con el objetivo de conformar la Guía Salarial Regional 2014. Así, por ejemplo, en el rubro industrial, un técnico en Seguridad del Trabajo de una empresa chica gana $7.864 en la región de Cuyo, mientras que por la misma función en la Patagonia la remuneración es de $13.491. Un jefe de Administración de ventas de una empresa chica en Cuyo percibe un sueldo de $14.004, mientras que en la Patagonia es de $24.491.

Un 73% de las empresas consultadas aseguró poseer descuentos y beneficios en comercios para sus empleados. En tanto que el 71% tiene políticas de equilibrio entre la vida personal y laboral como horario de verano flexible, día de cumpleaños, días compensatorios y extensión de licencias, entre otros aspectos. Incorporar y retener personal es un factor clave en la actividad de cualquier compañía. Un factor indispensable para adoptar las decisiones correctas en materia de remuneraciones es saber qué sucede en el mercado general o en sectores específicos de la competencia.

El informe resalta que el 42% de las empresas encuestadas afirmó haber otorgadoincrementos salariales a sus empleados, fuera del convenio colectivo. A la hora de decidir otorgar un aumento de sueldo para los empleados, las empresas utilizaron más frecuentemente criterios como el desempeño o mérito, el encuadramiento con el mercado (general y/o específico), el aumento del costo de vida, la equidad interna y otros, como los ajustes por convenio sindical en pos de evitar o mitigar el solapamiento. En relación a los niveles de las remuneraciones, se reafirma en el estudio que las mismas continúan presentando diferencias y variaciones perceptibles en función de la actividad y del tamaño de la empresa. En particular, se detectaron estos contrastes en los casos de posiciones de marcado perfil técnico-analítico con gran demanda y aún insuficiente oferta, características de industrias tales como Minería, Ingeniería, Energía, Química, Telecomunicaciones y Agroindustria.

El mercado laboral

Durante el año 2013, -según analiza el informe- la Argentina ha recibido los embates del contexto económico interno y regional, alterando el comportamiento de la economía y la dinámica del mercado de trabajo. No obstante, como lo ha demostrado el último crack global, nuestro país -se señala- reúne las condiciones para amortiguar el impacto de un fuerte desorden internacional y nacional en las condiciones socio-laborales de la población.

Esto se debe, fundamentalmente, al esquema de políticas implementadas desde 2003 a la fecha. Según distintas opiniones, el nuevo escenario puesto en marcha desde enero de 2014, planteó que el fenómeno cambiario tendría graves consecuencias en el nivel de empleo, originando una ola de suspensiones y despidos, proceso que, en definitiva, daría lugar a una destrucción de fuentes de trabajo. Sin embargo, de acuerdo a la información relevada por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), del Ministerio de Trabajo que analiza mensualmente la dinámica del empleo formal en más de 2.300 empresas localizadas en 8 centros urbanos del país, la cantidad de trabajadores registrados en el sector privado se mantuvo constante en enero de 2014 y, solo presentó una leve disminución en el mes de febrero (último dato relevado).

Un aspecto relevante es que, a pesar de las visiones alarmistas, la situación del empleo verificada en febrero no se debió a un incremento de los despidos, ni de las desvinculaciones decididas por las empresas, sino a una reducción del volumen de incorporaciones de personal.

Los despidos y las suspensiones, en cambio, mantuvieron los niveles habituales que suelen detentar durante los primeros meses del año.

Los resultados de la EIL muestran que en febrero de 2014, el número de puestos de trabajo en las empresas sigue siendo un 0,4% más elevado que el total del empleo identificado en febrero del año anterior.

Sin embargo, el nivel de empleo registrado en empresas privadas (en la medición desestacionalizada) presentó una leve disminución de 0,2% con respecto al mes anterior, después de tres meses consecutivos de crecimiento mensual al 0,1%.

No obstante, cabe destacar que este crecimiento de la desocupación no se debió a la destrucción de puestos de trabajo, sino al aumento de la cantidad de personas que accedieron al mercado de trabajo.

Con respecto a las suspensiones, en general se trata de medidas poco aplicadas por las empresas y, por ende, presentan un alcance limitado en el total del empleo.

Un dato alentador en este sentido es que en los últimos ocho años sólo el 4% de las empresas relevadas en este informe realizó suspensiones de personal.

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