En declaraciones publicadas este domingo por el diario Tiempo Argentino, Capitanich señaló que el gobierno nacional se propone "controlar con tecnología un segmento de precios en tiempo real" y calificó esa herramienta como "una de las armas más específicas contra la especulación".
"Cada empresa será agente de información de la AFIP para que los controladores fiscales verifiquen cada percepción e identifiquen los envíos de precios contados de la empresa", detalló.
El Jefe de Gabinete consideró además que "el proceso de conformación de los precios en Argentina tiene un problema de carácter estructural asociado a la concentración económica, con precios monopólicos y oligopólicos".
Al respecto, Capitanich manifestó la necesidad de que "el Tribunal de Defensa de la Competencia institucionalmente funcione con la apertura de procedimientos donde hay concentración económica y distorsión de precios, pues el problema central es que cuando existe posición dominante también hay artilugios y elusión de cualquier supervisión".
Además, afirmó que el gobierno nacional estudia "la posibilidad de retirar los subsidios a la energía y créditos a tasas diferenciales que reciben algunas empresas por parte del Estado".
Consultado sobre el nivel de reservas del Banco Central, Capitanich señaló que "el nivel de reservas de la Argentina hoy es más que suficiente" al señalar que "el promedio de la décadas fue de 36 mil millones de dólares" mientras que "durante la Convertibilidad fue de 22 mil millones".
El acuerdo de precios había sido ampliado la semana pasada cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció un acuerdo con empresas clave de la cadena productiva con el objetivo de retrotraer los precios de sus productos a los valores vigentes al 21 de enero último.
Los sectores "clave" -agrupados bajo el rubro "insumos difundidos"- que se comprometieron a retrotraer sus precios corresponden a empresas productoras de acero, aluminio y otros insumos metálicos utilizados en la industria metalúrgica, automotriz y autopartista, electrodomésticos, línea blanca (lavarropas, cocinas) y construcción.
En esa oportunidad, Kicillof informó que había dado instrucciones a la Secretaría de Comercio para abrir una instancia de revisión con el fin de analizar el impacto de los precios según el componente importado.
"Cualquier servicio que se presta en la economía y no tiene componente importado o no se exporta, no tendría por qué ser afectado por un movimiento cambiario", expresó el titular del Palacio de Hacienda.
Fuente: Télam