El costo de la medicina privada subirá este año entre un 22% y un 26%, y los nuevos cuadros
tarifarios comenzarán a regir entre agosto y octubre próximos. Así se desprende del diálogo que
mantuvo
El Cronista con distintos representantes del sector, y atentos a las negociaciones
salariales que se encuentran a punto de arrancar entre los empresarios y el gremio de la salud.
Los primeros en recibir este impacto –ya una tradición en el mercado– serán los afiliados a
los llamados "hospitales de comunidad", y entre los cuales aparecen, entre otros, el Alemán, el
Italiano, el Español y el Británico, y que cuentan con planes de salud propios.
Es que el acuerdo salarial firmado en 2009 entre las partes vence en julio próximo, y ya se
aprestan a encarar las negociaciones correspondientes a 2010.
"Por cómo vienen las cosas en otros gremios, no creemos que se pueda cerrar mucho más abajo
del 23%. Si bien el rubro de la mano de obra representa entre un 60% y un 70% de nuestro esquema
financiero, lo cierto es que lo que se pacte con el gremio deberá ser trasladado en su totalidad a
las cuotas, de modo de cubrir otros rubros, como los servicios, donde la inflación también nos
afecta", reconoció a
El Cronista Marcelo Mastrángelo, presidente del Hospital Alemán y de la Asociación Civil
de Actividades Médicas Integrales (Acami).
El directivo precisó, además, que el esquema de "salarios 2010" entrará en vigencia el 1° de
julio próximo, aunque para que las boletas lleguen con recargo a los afiliados habrá que esperar,
al menos, hasta agosto. Por ley, las empresas deben anunciar con un mes de anticipación cualquier
cambio en las cuotas a sus clientes. "Si cerramos las paritarias cerca de fines de junio, los
tiempos no nos darán más que para arrancar con las subas, por lo menos, en agosto", dijo
Mastrángelo.
Lo que ocurra con el segmento de los "hospitales de comunidad" no será un dato menor. Tendrá
una incidencia casi directa con las negociaciones salariales que llegarán luego, y que en este caso
afectarán a las compañías de medicina prepaga. Por tradición, lo que ocurre en el primer caso, se
replica en buena medida en el otro.
Desde las compañías de medicina prepaga el discurso es similar al de los hospitales de
comunidad; "lo que se pacte con el gremio se deberá trasladar luego a las cuotas", dijeron desde
una de las firmas. En este sentido, la fuente consideró que "la lógica de hoy marca que los
acuerdos salariales no estarán por debajo del 23%", aunque lo cierto es que existe el temor de que
los reclamos sean superiores, sobre todo teniendo en cuenta el reciente camino marcado por el
gremio de la Alimentación, que logró una mejora del 35% en sus haberes.
En este caso, las conversaciones se encararán a comienzos de julio, con el objetivo de que el
acuerdo esté listo para poner en marcha en agosto. Sin embargo, la obligación de avisar con un mes
de anticipación a los afiliados retrasaría el traslado de ese aumento a las tarifas, por lo menos,
hasta septiembre.
A diferencia de lo que ocurre con los hospitales de comunidad –que no caen bajo la mirada del
Gobierno–, las empresas de medicina prepaga están atentas también a la actitud que tome el
secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, acostumbrado a seguir de cerca los movimientos
tarifarios de estas compañías.
En el sector estiman que en esta oportunidad se volverá a implementar el modelo de
escalonamiento del aumento tarifario, tal como ocurrió el año pasado.
El sistema de salud privado cuenta con cerca de cuatro millones de afiliados.